No existirían oprimidos si no existiera una relación de violencia que los conforme como violentados, en una situación objetiva de opresión. Son los que oprimen, quienes instauran la violencia; aquellos que explotan, los que no reconocen en los otros y no los oprimidos, los explotados, los que no son reconocidos como otro por quienes los oprimen.
¿Será verdad que hay más violencia hoy que antiguamente? Lo dudo. Creo que estamos mejor informados, sin embargo el grado de violencia no es mayor en nuestra sociedad de lo que era en las sociedades anteriores.
Con la audacia se encubren grandes miedos.
La cama es el único lugar donde Faunia muestra cierta astucia, Nathan. En la cama una astucia física espontánea juega el papel principal, y una audacia transgresora juega el papel secundario. En la cama nada escapa a la atención de Faunia. Su carne tiene ojos, su carne lo ve todo. En la cama es un ser poderoso, coherente y unificado cuyo placer consiste en rebasar los límites.
...Lo que él mismo no creía, creyéndolo los idiotas entre los cuales arrojó su doctrina. — Su necesidad era el poder; con Pablo, una vez más quiso el sacerdote alcanzar el poder...
En la fuente de tus ojos viven las redes de los pescadores de la mar del extravío. En la fuente de tus ojos el mar cumple su promesa. Aquí arrojo yo, un corazón que se detuvo entre los hombres, mi ropa y el esplendor de un juramento: Más negro en lo negro, más desnudo voy. Sólo infidente soy fiel. Yo soy tú si yo soy yo.
Correr el hombre debe, y con brío hacerse grande por la ambición.
Te quiero. Te quiero por tu bravura y tu tenacidad, y tu brío y tu implacable dureza. ¿Cuánto te quiero? Tanto que, hace un momento, hubiera ultrajado la hospitalidad de la casa que nos ha acogido a mi familia y a mí, hubiera olvidado la esposa más buena que jamás pueda tener un hombre...
El abuso de las drogas no es una enfermedad, es una decisión, como la decisión de saltar desde un coche en movimiento. No lo llamaría una enfermedad sino un error de juicio.
... es preciso combatir la mortal confabulación de la rutina y la pereza. Y mantener, como una rebelde y creadora forma de vida, la clara decisión de no acostumbrarse.
El sabio sólo usa de acritud contra sí mismo, y es amable con los demás
La plegaria es la primera y la última lección para aprender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los variados senderos de la vida.
Tiene la ferocidad del león, la cobardía de la liebre, la astucia del zorro...
Se diría que el indio gozaba con esta vida de inquietud y peligro, que su naturaleza fuerte y bravía necesitaba de estas persecuciones violentas, en las que, mientras sus perseguidores desplegaban toda la habilidad de un cazador apasionado, él desplegaba toda la ferocidad del tigre y toda la astucia del zorro.