Es lo que sé de la crueldad de la paciencia. No hay paciencia más terrible que la paciencia de las trastornadas. He visto a dementes afanarse en tareas interminables: trasvasar arena de una taza perforada a otra, contar las puntadas de un vestido raído o las motas en un rayo de sol, rellenar con las sumas resultantes libros invisibles de contabilidad.
¿Vale la pena afanarse durante veinte años para llegar a la duda, que crece por sí misma en todas las cabezas inteligentes?
Si uno ve los horrores que está sufriendo la gente, creo que no hay mejor momento para esforzarse por buscar una esperanza a través de la imaginación. Es hora de tratar de cambiar las cosas, o al menos de tener la esperanza de cambiarlas de lo contrario vamos a explotar.
Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto; porque el espectador lo perdona todo menos el sopor.
Así, soltamos el timón al que tan largo tiempo nos habíamos aferrado y la barca frágil en la que flotábamos pareció, una vez libre de todo gobierno, apresurarse y encarar la proa hacia el oscuro abismo de las olas.
El que llega primero al campo de batalla espera la llegada del enemigo fresco para combatir. Quien llega tarde al campo de batalla tiene que apresurarse y arriba exhausto al combata.
Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como acidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.
No se si me entendéis que no os enamoréis chicos y chicas pillar esto porque lo recordareis
Un sonido nunca debe acudir en auxilio de una imagen, ni una imagen en auxilio del sonido (...) La imagen y el sonido no tienen que prestarse ayuda, sino que han de trabajar cada uno a su vez por una suerte de relevo.
¿Sabes? Tiene gracia, todas las furcias con las que hablo dicen que es mejor que trabajar de camarera, caray, trabajar de camarera debe de ser el oficio más jodido de este mundo.
A veces, el ser humano encuentra más penoso divertirse que esforzarse
Si veo los horrores que está sufriendo la gente, creo que no hay mejor momento para esforzarse por buscar una esperanza a través de la imaginación