El silencio es la antesala de la palabra. Sin decir nada, se pueden decir tantas cosas, que, a veces, es mejor callar, y dejar que sea el propio interlocutor el que imagine e interprete lo que se intenta comunicar a través de la magia del silencio.
El fútbol es de la gente. Pero Segovia dice que la gente no vota. Entonces un proyecto que excluye a los destinatarios, ¿es democrático? Me importa que se interprete como fascista a aquel que ofrece una grieta para quienes gobiernan el fútbol: los hinchas.
¡Un ingeniero naval! ¿Sabe que su persona se agranda ante mis ojos? Puedo verle como el representante de todo un mundo: el del trabajo y el genio práctico.
Uno tiene un representante o mánager, un masajista que le ablanda a uno el cuerpo, recibe consejos hasta del promotor, alguno se lleva más dinero que el propio boxeador; pero lo cierto es que cuando suena la campana, te sacan el banquito y uno se queda solo
Esa deslealtad de los ayudantes de confianza es una de las cosas más desalentadoras que le puede suceder a un artista intérprete o ejecutante
Es un gran esfuerzo equilibrar mi carrera con mis hijos. Siempre digo: '¡Oh Dios, soy una mierda de madre. Quiero llegar a casa y llevar a mis niños a su cama'. Y luego algunas veces, si paso mucho tiempo con mis hijos, pienso: 'Oh Dios, sólo quería ser una artista
Demasiados compositores de nuestra época pretenden ser modernos, sin poseer el don de la originalidad. Y no comprenden que todo artista original es moderno por fuerza.
Porque el amor es así, urgente y demandante y arrasa con todas nuestras virtudes.
El demandante es un mentiroso que se presenta como la máxima sinceridad.
No hay testigo tan terrible ni acusador tan potente como la conciencia que mora en el seno de cada hombre.
Aquí estoy, en consecuencia, sola, en tinieblas, sin un galán indómito que se aventure a rescatarme. Sola con mis reminiscencias, con mi pasado turbulento, con mi angustia loca, con mi cresta ya no tan voluptuosa y mi pechuguita tierna.
Llorando la ausencia del galán traidor la halla la luna y la deja el sol, añadiendo siempre pasión a pasión, memoria a memoria, dolor a dolor.