Con esta misma gracia del pájaro el circulaba por Santiago en este menester duro para el alma delicadísima. con gracia pedía, con la gracia humana y con la otra. ya parado ese callejón por nuestra capital, ya no trajina más por sus chiquillos, pero otro habrá que escoja su afán.
La fama es como un refresco con muchas burbujitas. Es rico, pero es duro y sacrificado
¡Que fuera, sino, del arduo y sereno mandato que impone la vida a los que la comprenden en sus vastos lineamientos, si no hubiera un sereno panorama donde descansar las alas fatigadas del turbulento y recio rodar de las tormentosas adversidades!
Largo y arduo es el camino que conduce del infierno a la luz
Nunca fui de esos novelistas que se sientan a la máquina de escribir y escriben en extenso. Lo mío fue, y sigue siendo, el dibujo laborioso de una escena, y al día siguiente otra, como los collages de Max Ernst o las cajas de Joseph Cornell.
El bizkaíno es laborioso (Vez labradas las montañas hasta la cumbre); el Español, perezoso y vago (contemplar sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El Bizkaíno es emprendedor (...); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale.
Mucho has perdido si un amigo has perdido, y será bien dificultoso hallar otro.
No tengo nada más que ofrecer que; sangre, ímprobo esfuerzo, sudor y lágrimas
El alcoholismo lo llevo en la sangre. En los genes. Mis padres eran alcohólicos. He luchado toda mi vida contra esta adicción. Apenas ha habido algún concierto con los Rolling Stones en el que no saliera borracho al escenario. Es muy difícil romper con esos hábitos, pero espero haberlo conseguido esta vez.
El arte del perdón es el más difícil que yo conozca. Pero es también el único capaz de hacer revivir a una persona.