Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias.
Me suele avergonzar que no esté siendo por mí vuestra belleza puesta en rima, pues que a ninguna más tuve en estima desde que os vi por vez primera entiendo.
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.
Al tratar a la mayoría de la gente, no estará de más mezclar un poco de desdén: eso les hará apreciar más vuestra amistad.
La filosofía de estar aquí ahora y dejar de lado toda atadura es una experiencia. Cuando lo haces, descubres que realmente estás perfectamente bien, de hecho te sientes maravillosamente. Déjate ser, deja que el mundo sea, y abandona la lucha por tratar de cambiar las cosas.
Nunca he escuchado abuchear un home run, pero sí muchas rechiflas después de un ponche
De mi memoria te borré y ya de día me acosté. sólo necesité gritar durante un siglo nada más, y ya no eres nada porque ya no eres nada, nada, nada... (Todo lo que fui es lo que soy)
... cuando el capitalismo comenzó a meter en masa al resto de la población campesina, embrutecida y reducida a la condición de animales, en la vorágine de la vida sociopolítica, más compleja cada día, nuestros paladines comenzaron a gritar y lamentarse del hundimiento y de la destrucción de los pilares básicos de la sociedad.
He temido siempre indignar a la razón, pero nunca a los hombres.
Me gusta el ballet. Es teatro (...) Hice una especie de ballet simulado y sabía que por entonces introducir una pizca de ballet en el rock'n'roll era algo intolerable. (...) Pero pensé: 'Cantaré mis canciones con un tutú puesto, no me importa'; porque, básicamente, era una manera de indignar y escandalizar.