Siendo niño mi familia tuvo que trabajar en tareas de limpieza y vivir en una furgoneta vieja. Pero por Dios le juro que incluso en aquellos tiempos lograba hacerles reír, aunque fuera con una imitación, un pedo o un baile.
El niño ríe por alegría; es el primer escalón. El humorismo ríe con tristeza; es el último escalón. Aurora y crepúsculo.
¡Estábamos bien! Unidos: mi madre, mis hermanos, mi padre... me pegaba pero... él mandaba. Era un hombre fuerte, alto, sólido, guerrero. Pero debo decir que años después cuando estaba en Nueva York, habría preferido un bofetón de mi padre a esa soledad
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo mas de un beso me dieron y mas de un bofetón
Aquí estás, ombú gigante a la orilla del camino, indicando al peregrino no siga más adelante en la llanura sin fin. (...) Ese destino te espera, árbol, cuya vista asombra, que al caminante das sombra sin dar al rancho madera, ni al fuego una astilla dar; recorrerás el desierto cual mensajero de vida, y, tu misión concluida, caerás cual cadáver yerto bajo el pino secular.
Te veo montado a horcajadas sobre la llanura que para ti es la Tierra, una llanura sin profundidades ni alturas. Vas a todas partes, apareces en cualquier momento, devoras todo. Edificas la vida y luego la engulles, y disfrutas al hacerlo. Eres Dios.
Desde el punto de vista intelectual, el nacionalismo no tiene ni media torta es un pensamiento desvertebrado, lleno de costuras y con supuestos absolutamente cochambrosos
La gente que ve un dibujo en The New Yorker piensa automáticamente que es chistoso porque es una caricatura. Si lo ve en un museo, piensa que es artístico; y si lo encuentra en una galleta de la suerte, piensa que es una predicción.
¡Estábamos bien! Unidos: mi madre, mis hermanos, mi padre... me pegaba pero... él mandaba. Era un hombre fuerte, alto, sólido, guerrero. Pero debo decir que años después cuando estaba en Nueva York, habría preferido un bofetón de mi padre a esa soledad
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo mas de un beso me dieron y mas de un bofetón
Desde el punto de vista intelectual, el nacionalismo no tiene ni media torta es un pensamiento desvertebrado, lleno de costuras y con supuestos absolutamente cochambrosos
La gente que ve un dibujo en The New Yorker piensa automáticamente que es chistoso porque es una caricatura. Si lo ve en un museo, piensa que es artístico; y si lo encuentra en una galleta de la suerte, piensa que es una predicción.