Un campo es el corazón, un campo que tiene flores, que se engalana con ellas porque son su ilusiones, con cuyo perfume alienta, cuyo perfume es su goce, cuyo perfume embalsama del corazón las regiones.
El judío cree que está destinada para él la soberanía de los pueblos. Tiene una gran idea de su superioridad, un profundo desprecio por los demás y es hombre de pocos escrúpulos.
Recordando que la sabiduría y el poder y la bondad del Creador en ninguna parte se muestra tan bien como en los cielos y los cuerpos celestes, podemos fácilmente reconocer el gran mérito de Aquél que ha traído estos cuerpos a nuestro conocimiento, y que, a pesar de su casi infinita distancia, los ha presentado fácilmente visibles
Cada canción tiene su vida propia.