Por la abertura de la doble puerta veía chicos y chicas. Una docena de ellos estaban bailando. La mayoría, de pie los unos al lado de los otros, estaban juntos, por parejas del mismo sexo, con las manos en la espalda, e intercambiaban impresiones poco convincentes con expresión poco convencida.
Tan pronto como te ocupas del bien y el mal de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón por la que entra la malicia. Examinar, competir y criticar a otros te debilita y te derrota.
Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón.
Ayer me puse una claraboya en el techo. Los vecinos de arriba están furiosos.
Manos enjoyadas del rubí de mi deseo, la perla de mi tristeza y el diamante de mi beso: llevad a la fosa misma un pétalo de mi cuerpo, manos que sois la vida, manos que sois ensueño.
Cuanto más se abren ante mí las tinieblas del fascismo, más claro veo que lo humano es indestructible y que continúa viviendo en el hombre, incluso al borde de la fosa sangrienta, incluso en la puerta de las cámaras de gas
Estaba conduciendo a 100 kilómetros por hora y un policía me detuvo. Cuando abrí la ventanilla me dijo: Sabe usted que en esta carretera el límite de velocidad son 70 kilómetros por hora yo le respondí que sí, pero que no planeaba estar tanto tiempo.
Tan pronto como te ocupas del bien y el mal de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón por la que entra la malicia. Examinar, competir y criticar a otros te debilita y te derrota.
Aun un espacio concebido para permanecer a oscuras debe tener la luz suficiente proveniente de alguna misteriosa abertura que nos muestre cuán oscuro es en realidad.
Pero cuanto más se abren ante mí las tinieblas del fascismo, más claro veo que lo humano es indestructible y que continúa viviendo en el hombre, incluso al borde de la fosa sangrienta, incluso en la puerta de las cámaras de gas.
Manos enjoyadas del rubí de mi deseo, la perla de mi tristeza y el diamante de mi beso: llevad a la fosa misma un pétalo de mi cuerpo, manos que sois la vida, manos que sois ensueño.
Estuve en un Festival de Acapulco, en México, y mientras cantaba me caí en un hueco del escenario y quedé con las paticas arriba y como estaba de falda todo el mundo me vio las pantaletas
La única manera de conocer realmente a un escritor es a través del rastro de tinta que va dejando, que la persona que uno cree ver no es más que un personaje hueco y que la verdad se esconde siempre en la ficción
Pero la vida de ella era fría como una buhardilla, con tragaluz al norte y donde el hastío, araña silenciosa, tejía su tela en la penumbra por todos los rincones de su corazón.
Ayer me puse una claraboya en el techo. Los vecinos de arriba están furiosos.
Estaba conduciendo a 100 kilómetros por hora y un policía me detuvo. Cuando abrí la ventanilla me dijo: Sabe usted que en esta carretera el límite de velocidad son 70 kilómetros por hora yo le respondí que sí, pero que no planeaba estar tanto tiempo.