Me he acostumbrado a no planificar
El suicidio más acostumbrado en nuestro tiempo consiste en pegarse un balazo en el alma.
No soy una gafaspastas, hipersensible, que siempre está en las nubes. Soy una persona normal que suele hacer la compra en Mercadona y que le encanta la marca Hacendado.
¡¿Por qué no puedo venir con vosotras a una entrevista normal y hablar de mi disco como una artista profesional?! Mi madre me dice: ¿Tú a qué vas exactamente allá?
Algunos de los momentos más emocionantes de mi vida los he vivido con el fútbol. Tiene un elemento de representación que le emparenta con el teatro y el cine; y la solidaridad y el empeño común que tiene el juego es un trasunto beneficioso y pacífico de las batallas. Si no existiera el fútbol probablemente habría más peleas.
Si deseamos contar líneas de código, no deberíamos verlas como líneas producidas, sino como líneas gastadas: el sentido común actual es tan tonto como contabilizar esa cuenta del lado erróneo del balance
El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corriente. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo.
El hechizo que trataré de enseñarte es magia muy avanzada...Bueno, muy por encima del Nivel corriente de Embrujo.
Un libro ordinario no debe contener más que un tema; pero un buen libro debe contener un germen que se vaya desarrollando por sí mismo como una planta.
Cuando nuestro espíritu alcanza cierto grado de cualidad que llamamos la conciencia sutil, ya no puede morir, en el sentido ordinario de la palabra.
Tal vez existía en los hombres un instinto para la preservación de la vida que, si no era tan fuerte como el instinto de matar, al menos siempre estaba presente para equilibrar la destrucción: una necesidad de afirmar, por un hecho tan objetivo como un acto de misericordia, la importancia del gesto personal frente al generalizado e inevitable conocimiento de la muerte.
... está claro que el acceso generalizado a una educación de calidad da más posibilidades de éxito a las democracias.
Toda pena (dice el gran Montesquieu) que no se deriva de la absoluta necesidad, es tyránica: proposición que puede hacerse más general de esta manera. Todo acto de autoridad de hombre á hombre, que no se derive de la absoluta necesidad, es tyránico.
No hay ningún general que no crea tener los mismos derechos al trono que yo. No hay ningún hombre influyente que no crea haber dirigido mi marcha el 18 de Brumario. Estoy obligado, pues, a ser muy severo con estos hombres. Si me familiarizase con ellos no tardarían en repartirse mi poder y el tesoro público. No me quieren, pero me temen, y eso es suficiente.
Cuanto más creativo es un hombre, más rutinario es en los detalles insignificantes de la vida. Sólo una cosa les exige: que no detenga su atención.
Creo que la felicidad que proyecto es el resultado del núcleo familiar en el que fue educado, con los valores del respeto y el amor en todo momento, mi familia me dio unas bases sólidas que son indestructibles a pesar de lo que suceda, siempre tuve el soporte de mis padres y mis hermanos y así me veo yo como el núcleo de una familia, como el soporte, doy apoyo.
Los cambios psíquicos y los estados sublimes de conciencia provocados por los alucinógenos se encuentran tan alejados de la vida ordinaria que resulta casi imposible describirlos en el lenguaje corriente. Una persona bajo los efectos de un alucinógeno abandona su mundo familiar y actúa según otras normas, en otras dimensiones y en un tiempo distinto.
Como un día me la diste viva tu imagen poseo, que a diario lavan mis ojos con lágrimas tu recuerdo.
Falta de tradición, poca capacidad introspectiva, conciencia inmadura de la propia persona, menosprecio de un tipo de obra cuya repercusión es generalmente póstuma y, en último término, ¿por qué no? Concepción machista de la literatura, que hace considerar la redacción de un diario como cosa de señoritas.
En el proceso hemos perdido de vista una de las máximas leyes de la guerra de guerrillas: la guerrilla gana si no pierde. El ejército convencional pierde si no gana.
Yo admiraba a Sartre por una gran parte de su obra, pero tenía mis dudas acerca de la perennidad de sus escritos filosóficos en los que invención, creación e imaginación cedían el puesto al discurso más convencional de la cultura universitaria.
La España del castellano es grande, pero lo es más sumada a la España del catalán, la del gallego y la del euskera. La España democrática, la España Constitucional, es inseparable del valor de la diversidad y del respeto a su ejercicio cotidiano por todos los ciudadanos.
Lo cotidiano podrá ser una manifestación modesta dejo absurdo, pero aunque Dios reencarnado en algún sacamuelas nos obligara a localizar todas nuestras esperanzas en los escarbadientes, la vida no dejaría de ser, por eso, una verdadera maravilla.
El remordimiento crónico y en ello están acordes todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable.