Las matemáticas significan esencialmente la existencia de un algoritmo mucho más preciso que el del lenguaje ordinario. La historia de la ciencia atestigua que la expresión en lenguaje ordinario a menudo precedió a la formulación matemática, a la invención de un algoritmo
La genialidad es la capacidad para ver diez cosas donde el hombre ordinario sólo ve una.
El bizkaíno es amante de su familia y de su hogar (...); entre los españoles, el adulterio es frecuente (...) Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son autores bizkaínos españolizados.
El apellido más frecuente en las provincias catalanas es 'García', y el segundo equipo con más aficionados en la comunidad es el 'Real Madrid
Digno o indigno de su fin, el periódico es siempre conciencia, razón y opinión pública
Como ser humano soy una especie de antología de contradicciones, de gaffes, de errores, pero tengo sentido ético. Esto no quiere decir que yo obre mejor que otros, sino simplemente que trato de obrar bien y no espero castigo ni recompensa. Que soy, digamos, insignificante, es decir, indigno de dos cosas; el cielo y el infierno me quedan muy grandes.
Recuerdo que, a la muerte de Pío XII, nos decíamos: ¿quién podría alcanzar sus cotas de sublimidad y trascendencia? Entonces vino Juan XXIII, un anciano regordete y bajito que al sentarse mostraba los pantalones debajo de las vestiduras sagradas. ¡Y ese hombre rústico nos trajo la renovación de la Iglesia!
Para mí, escribir significa hacer un borrador tosco y pulirlo a lo largo de un período de tiempo considerable.
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía.
Toda obra es predicado del autor. Lo es un simple acto de conducta, lo es toda nuestra vida, como discurso de conducta, como texto que se despliega en actuaciones ramificadas, dispares, en sus últimas derivaciones, las unas de las otras.
Me gustaría disculparme, retractarme y fustigarme a mí mismo públicamente hasta obtener el perdón de las personas a las que de manera involuntaria hubiese o hubiera podido ofender a través de mi personaje Torrente, un ser despreciable, mezquino, mal cristiano, mala persona, guarro, zafio y grasiento, con el que, insisto, una vez más, no comparto ninguna de sus opiniones o visiones del mundo.
La diferencia básica entre un hombre ordinario y un guerrero es que el guerrero toma todo como un reto, mientras que un hombre ordinario toma todo como una bendición o una maldición.
Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti.
La nobleza del plebeyo consiste en no avergonzarse del nombre de su padre.
Me enfurece el modo en que lo tratan los medios. Creo que están intentado ensuciar su nombre, y creo que es injusto por el modo en que él ha contribuido a la cultura popular de América desde el día que nació. Creo que merece mucho más que eso.
Han sido para mí motivo de permanente inspiración las lecciones que encierra la arquitectura popular de la provincia mexicana: sus paredes blanqueadas con cal, la tranquilidad de sus patios y huertas, el colorido de sus calles y el humilde señorío de sus plazas rodeadas de sombreados portales.
Abandona la escuela antes de que se pudra tu mente por exponerla a nuestro mediocre sistema educativo.¡Olvídate del título y ve a una biblioteca y edúcate a ti mismo si tienes las pelotas bien puestas! Algunos de ustedes parecen robots plásticos a quienes le dicen que leer
Brahms es como Tennyson: un músico extraordinario con el cerebro de un mediocre policía de provincia.
Porque la claridad, al descender en giros de canción, enciende una alegría de mujer en el espejo gris del corazón.
El surrealismo fue un campo de experimentación para mí, como lo fue el cubismo, si vamos al caso, porque yo estaba abierto a todo (...), lo estudié a fondo, aunque por esos años el cubismo ya había dicho todo lo que tenía para decir, ya había llegado a su cúspide, tanto en Braque, como en Juan gris y en el mismo Picasso.
A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batalla.
¡Ay, qué insignificante el corazón, si llega a caer en manos del amor!
Cuando un juicio no puede enunciarse en términos de bien y de mal se lo expresa en términos de normal y de anormal. Y cuando se trata de justificar esta última distinción, se hacen consideraciones sobre lo que es bueno o nocivo para el individuo. Son expresiones de un dualismo constitutivo de la conciencia occidental.
La televisión destruye sistemáticamente la diferencia entre lo normal y lo anormal, porque en sus parámetros lo normal carece en sí de interés suficiente y siempre habrá entonces que enfrentarlo a una alternativa. Su criterio no es la difusión de los valores y los principios sino el provocar el mayor impacto.
La dialéctica es una máquina divertida que nos conduce de una manera banal a las opiniones que hubiéramos tenido de todas maneras.
Para que una película parezca prodigiosa a los espectadores (...) hay que acabar el repugnante ritmo cinematográfico actual, esta convencional y enojosa retórica del movimiento de la cámara. ¿Cómo creer en el más banal de los melodramas cuando la cámara sigue al asesino por todas partes en trávelin, hasta el lavabo donde va a lavarse la sangre que mancha sus manos?
La impresión que tuve la primera vez que fui a Inglaterra es que, quitando las elites de las grandes ciudades y a Newton y Darwin, son unos bárbaros. Claro que eso es mucho quitar, pero los ritos antiguos, las familias comiendo un pedazo enorme de pierna de cordero, el modo de comportarse, el tipo burdo de trato... Y no digamos los alemanes.
Para dos intuitivos el lenguaje es un obstáculo, un burdo impedimento.
La civilización es precisamente el esfuerzo por ir más allá de la propia cultura, lo que hace sentir curiosidad e interés por otras. A quien se encierra en los usos que conoce, los considera sin disputa preferibles a todos los restantes y muestra antagonismo cerril hacia las formas de comportamiento humano que no comparte, siempre se le ha llamado bárbaro, nunca civilizado.
No importa lo bueno que soy, sigo siendo sólo un paleto de French Lick.
El que grita estando colérico es tan patán como el que ríe a carcajadas
El máximum del arte pedestre estaba allí, en ese cuadro de La mujer hidrópica, pintado sin pretensión alguna, pero con una nobleza que lo supera todo, una cantidad de matices tal que no se puede imaginar que un ojo humano los hubiera advertido. La fotografía jamás será capaz de sutilezas semejantes. Es la voluptuosidad total.
Solo el hombre prosaico se aferra todavía a la oscura y ponzoñosa superstición de que el mundo se acaba en la colina más cercana, su universo llega hasta la orilla del río, su humanidad queda encerrada en el estrecho círculo de aquellos que comparten su ciudad, sus puntos de vista o el color de su piel.
Rodeado de estudiantes deslumbrantemente brillantes, no estaba seguro de que pudiera terminar el grado. Sin embargo, recordando la frase de Edison de que el genio contiene un 99 por ciento de transpiración, descubrí un prosaico secreto hacia el éxito. Yo podría trabajar más duro que la mayoría de ellos
El libertino más ramplón ha soñado alguna vez con sultanas, y todos los notarios llevan dentro de sí las ruinas de un poeta
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.