Un jugador de ajedrez es primordialmente un actor. Se sienta en el escenario preguntándose qué jugada le va a agradar más a la concurrencia.
La búsqueda de la mejor jugada es un proceso creativo, y exige algo más que conocer la estrategia y la táctica, más que experiencia y más que conocimiento de los métodos establecidos. Es en este proceso donde el jugador demuestra sus mejores cualidades: amplitud de pensamiento, audacia y habilidad creativa.
Es una cuña, vuelvo y repito, que le pone picardía y alegría y humor a la campaña. Los que están ofendidos son los antiuribistas. Es parte del juego porque le pone picardía y humor. Cada persona hace su campaña como quiere.
Yo soy el macho argentino, pero además lo represento en todo sentido, habilidad, picardía y fuerza
He adquirido la convicción de que casi todos eran hombres inmorales, malvados, sin carácter, muy inferiores al tipo de personas que yo había conocido en mi vida de bohemia militar. Y estaban felices y contentos, tal y como puede estarlo la gente cuya conciencia no los acusa de nada.
Soy apátrida por triplicado: nativo de bohemia en Austria, austríaco entre los alemanes y judío en todo el mundo. Siempre un intruso, nunca bienvenido.