Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas en caso de que todos lo hagan. Yo me haré morir con los pocos que me acompañan porque es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos
Le voy a entregar un país con fortaleza económica, le voy a entregar un país con menos pobreza, le voy a entregar un país con más estudiantes en las universidades.
No me iría si hubiese algún beneficio por abandonar la ciudad, pero no puedo ir lejos... No los dejaré nunca. ¡He decidido morir con vosotros!
Cuanto más grande es el trabajo y mayor el desafío más maravilloso creen que es. Sería bueno abandonar esta forma de pensamiento y vivir una vida fácil, confortable, con mucho tiempo libre. Yo creo que ésta es la vida de los animales en los trópicos, saliendo por la mañana y el anochecer para ver si hay algo que comer, y tomando una larga siesta por la tarde; debe ser una vida maravillosa.
El horror de aquella habitación se agitaba en su cabeza. En varias ocasiones se fue el color de sus mejillas y temió que el sentirse indispuesta pudiera delatar sus emociones y obligarla a salir de la habitación. La fortaleza de su resolución remedió la debilidad de su cuerpo. Se obligó a conversar e incluso a tratar de parecer animada.
Hay que resistir y hay que denunciar porque es esencial el pluralismo de la información, que es uno de los principios de la vida democrática. La autonomía de la información, de la prensa, de los medios, de la televisión, es esencial.
Por el hecho de trabajar en noticias, muchas veces la gente se me acerca, pero no para saludarme sino para pedirme ayuda. La mayoría son personas que son refugiadas y quieren denunciar el drama por el que han pasado
¡Cielos! me decía, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?
Que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantástica ceñía, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.