Ser un rebelde no es ser punk, ser un rebelde no es copiar a los gringos, ser rebelde no es vestirse de negro, ser rebelde es renegar de la televisión.
Pero los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones naturales, para acercarlas a nosotros, es tan estéril como renegar de nosotros mismos para borrar la distancia que nos separa de tal o cual ser.
La prudencia que sabe retractarse es una de las formas del arte de gobernar
La política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos.
Fue fácil pronosticar el fracaso absoluto de tan sabio gobierno, porque los hombres son estúpidos y prefieren cobijarse en los brazos de la esclavitud a pararse ante los vientos de la libertad y vivir de acuerdo con este difícil camino, y por su naturaleza prefieren robar que trabajar, dormir que vivir, comer que pensar, traicionar que ser fieles, deshonrar en lugar de honrar.
La obra creativa es una suerte de lucha para mantener la existencia, o bien perpetuarse; es negar el sentido de la muerte. A veces pienso que está bien que la muerte sea una de las leyes de la naturaleza. Y, con todo, es a esta luz donde el ser humano se siente pequeño y humillado. Este es un dilema respecto al que nada puede hacerse. Uno no puede ni siquiera luchar para eliminarlo.
El que pide con timidez invita a negar