El derecho es la fe del individuo; el deber es fe común, colectiva.
Oh, esos pobres pícaros que están en las grandes ciudades de la política mundial, hombres jóvenes, dotados, torturados por la ambición, que consideran su deber decir su palabra acerca de todos los sucesos... ¡Y siempre sucede algo!
El vanidoso necesita de los demás, busca en ellos la confirmación de la idea que quiere tener de sí mismo.
Héroes, independientemente de la idea que podamos tener de ellos, son mortales y no divino. Todos somos como Dios nos hizo y muchos de nosotros mucho peor.