No me interesa la felicidad y no creo que dependa de mayor o menor inteligencia. Pero desde luego no exigir demasiado hace más fácil llevarse bien con uno mismo, que es mi sustituto de la felicidad.
Los principios filosóficos no son un sustituto del pensamiento, aunque muchos objetivistas actúen como si lo fuesen
No concibo otra forma de escribir que en primera persona. Es la única real y sincera, porque ¡cómo va a saber un pobre hijo de vecino lo que están pensando dos o tres o cuatro personajes! ¡No sabe uno lo que está pensando uno mismo con esta turbulencia del cerebro va a saber lo que piensa el prójimo!
De América soy hijo y a ella me debo
¡Prefiero no tener descendencia! Mi oscuro apellido se apagará conmigo y el mundo seguirá su camino igual que si dejara algún descendiente ilustre. Me gusta la idea de la nada absoluta. Axioma: es la vida la que nos consuela de la muerte y es la muerte la que nos consuela de la vida.
Sí, yo soy descendiente de inmigrantes, hijo de un húngaro y nieto de un griego que luchó por Francia en la Primera Guerra Mundial. Sí, mi familia vino de fuera. Pero en mi familia, señor Le Pen, amamos a Francia porque sabemos lo que le debemos. Francia no es una raza, no es una etnia, no es el derecho de la sangre, es una voluntad de vivir juntos y compartir los mismos valores.