Terrible animal son veinte años. No hay batalla tan sangrienta ni tan trabada escaramuza como la que trae la mocedad consigo
Mejor ser un cohete caído que no haber resplandecido nunca.
Cada cañón que se hace, cada buque de guerra que se echa al agua, cada cohete que se lanza, significa, a fin de cuentas, que se está robando de los que tienen hambre y no están siendo alimentados. Este mundo armado no solo está gastando dinero. Está gastando... las esperanzas de los niños.