Si por dos mangos vos vivís bajándote los pantalones, en algún momento te van a atropellar, porque cuando quieras dar dos pasos, te vas a caer de jeta.
¿Eres capaz de fijarte por ti mismo tu bien y tu mal y suspender sobre ti la ley de tu propia voluntad? ¿ Eres capaz de ser tu propio juez y el guardián de tu propia ley?
Cuando un escritor principia a comerciar con su ingenio, no tarda en suspender los pagos.