Vive con los hombres como si Dios te viera; conversa con Dios como si los hombres te oyeran.
Se me ha llamado interventor. Lo soy. Pertenezco a la vieja escuela y si participo de la intervención es porque quiero un parlamento eficiente, disciplinado, que colabore en los afanes de bien público del gobierno. Tengo experiencias y sé a dónde voy. No puedo dejar a los teorizantes deshacer lo que hicieron Portales, Bulnes, Montt y Errázuriz.
Apoyaré la reforma del estatuto de Cataluña que apruebe el parlamento de Cataluña.
Lo significativo del diálogo entre Erickson-Huxley en esta porción de su articulo es que demuestran los circuitos del aprendizaje de estas funciones confusas, y lo que es más importante demuestra el valor de la hipnosis como herramienta de investigación para comenzar la exploración del proceso de este circuito humano.
No hay, por otro lado, diálogo si no hay humildad. La pronunciación del mundo, con el cual los hombres lo recrean permanentemente, no puede ser un acto arrogante. El diálogo, como encuentro de los hombres para la tarea común de saber y actuar, se rompe si sus polos (o uno de ellos) pierde la humildad.