El tono de su conversación era el de una persona escéptica y desengañada. Su extraña profesión le había hecho frecuentar tantos crímenes y bajezas, que habría resultado inexplicable que no le endureciera un poco los sentimientos.
Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.
La escuela no es deliberativa, no es el coloquio permanente. La escuela es la transmisión del saber, de las normas y de los valores, y en el primer lugar de todos, el del respeto. Quiero una escuela del respeto donde los alumnos se levanten cuando llega el profesor.
En la conversación o cualquier otro coloquio sucede inevitablemente que el placer de unos y el aburrimiento de otros han de compensarse mutuamente; siendo mucha suerte poder mantener ese equilibrio.
Dios, ¿qué es toda esa charla difundida por los papas? El paraíso está aquí, mi buen hombre. ¡Dios, no me des otro paraíso!
Necesitaba consolarme. A menudo acudía a unas veladas que tenía lugar en casa de un viejo amigo aun sabiendo que sólo me dejaban las heces de una charla vacía y un regusto amargo.
Siempre la brevedad es una cosa / con gran razón de todos alabada, / y vemos que una plática es gustosa / cuanto más breve y menos afectada.
Asesino alevoso, ingrato a Dios y enemigo de los hombres, es el que, so pretexto de dirigir a las generaciones nuevas, les eneseña un cúmulo aislado y absoluto de doctrinas, y les predica al oído, antes que la dulce plática de amor, el evangelio bárbaro del odio.
No hay nada más natural que el considerar todo como a partir de uno mismo, elegido como el centro del mundo, uno se encuentra por lo tanto, capaz de condenar el mundo sin siquiera querer oír su cháchara engañosa.
Hay un nuevo partido en el parlamento Europeo que se llama Identidad, Tradición y Soberanía, que dicen que es de extrema derecha. Y éstas palabras usted las usa mucho en sus discursos.
La democracia tiene por lo menos un mérito, y es que un miembro del parlamento no puede ser más incompetente que aquellos que le han votado.