Considero al cerebro como un computador que dejará de funcionar cuando fallen sus componentes. No hay paraíso o vida después de la muerte para los computadores que dejan de funcionar, ese es un cuento de hadas de gente que le tiene miedo a la oscuridad
Uno debe aprender a analizar con seguridad, y luego poner plena confianza en el computador con que la naturaleza nos ha dotado.
La computadora ofrece otro tipo de creatividad. No se puede hacer caso omiso de la creatividad que la tecnología puede aportar. Pero hay que tener la capacidad para moverse entre esos dos mundos diferentes.
Dudo que la computadora llegue algún día a igualar la intuición y capacidad creativa del sobresaliente intelecto humano.