Una virtud es siempre más virtud que dos, porque es más fuerte el nudo a que se vincula el destino.
Sólo si se conoce la verdad del amor, que es la naturaleza real del Yo, se podrá desatar el intrincado nudo de la vida. Sólo si se alcanzan las alturas del amor, se logrará la liberación. Ésa es la esencia de todas las religiones.
La cristiandad tiene que hacerse de nuevo viva y eficaz, y formarse otra vez una Iglesia visible sin respetar las fronteras nacionales, que acoja en su seno a todas las almas sedientas de lo supra terrenal y se haga gustosa mediadora entre el viejo y el nuevo mundo.
Cíñete a mí, noche del seno desnudo; cíñete a mí, ¡noche ardiente y nutricia!
Quieres que sean felices, que tengan una buena vida, que no cometan tus errores. Y no lo hacen: cometen los suyos. En el fondo creo que subyace el deseo de que no crezcan; de que estén siempre a nuestro lado. Pero cuando ves que tus hijos son felices, con sus vidas, sus responsabilidades, entonces la relación fluye y evoluciona con naturalidad.
Por la noche X lo invita a compartir su cama. B en el fondo no tiene ganas de acostarse con X, pero acepta. Por la mañana, al despertar, B está enamorado otra vez. ¿Pero está enamorado de X o está enamorado de la idea de estar enamorado?
Hay que aprovechar esos períodos libres para reencontrar el río de la genialidad, fuerzas sociales culturales, para hacer del hombre andaluz, hombre de luz, como lo fue antaño, cuando fue capaz de crear un foco cultural como Tartessos e inundó el mundo occidental con la sabiduría de Al Andalus
La arquitectura es un foco donde han convergido tres propósitos distintos (utilidad, construcción y belleza). Se han fundido en un sólo método; han llegado a un resultado único; sin embargo, se distinguen entre sí según su propia naturaleza por una profunda y constante disparidad