Ninguna cosa despierta tanto el bullicio del pueblo como la novedad.
No soy un perfeccionista en absoluto. Me encantan los fallos. Me encantan los errores. Me encanta lo bizarro. Me encanta la gente con carácter. Me encanta perder dientes. Amo la belleza porque tus ojos están descentrados. ¿Y cómo puedes notar eso en el bullicio de la ciudad? Por eso me gusta el vacío.
Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión
Queremos garantizar la Paz en toda la república, para ello acabaremos con la subversión
A partir de ese momento, nunca volvió a comportarse de una forma tan violenta pero su mente quedó trastornada para siempre. Parecía como si se hubiera transformado en la de una demente. El doctor aseguró que no había ninguna esperanza de recuperación. Se trataba de una enfermedad llamada paranoia, y estaba motivada por la convulsión emocional producida por un disgusto inesperado.
El corazón se contrae, como las demás partes carnosas, por medio de las excitaciones mecánicas o galvánicas, pero producen movimientos rítmicos en vez de una convulsión momentánea.