Nuestros problemas se deben a un apego apasionado a las cosas y a deseo que nunca se satisfacen por completo, entonces generan aún más angustia. Percibimos a las cosas como entidades permanentes. En el empeño de conseguir estos objetos de nuestro deseo, empleamos la agresión y la competencia como herramientas supuestamente eficaces, y nos destruimos cada vez más en el proceso.
Personas supersticiosas tienen apego a las reliquias de santos y hombres devotos, por la misma razón por la que buscan símbolos e imágenes para avivar su devoción y darles una representación más íntima e intensa de las vidas ejemplares que desean imitar.
Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tienen un ejecutor y un intérprete.
Yo que soy un apasionado devoto de la España grande, que es el resultado fuerte y vigoroso de la libre adhesión de todos sus pueblos, creo que Cataluña es una nación y que, como tal, sus derechos históricos y nacionales tiene que ser siempre reafirmados
El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.
La Inmaculada Concepción de María Santísima: al deseo ardiente de no poner obstáculo entre Dios y mi alma, nada que sea pecado, ni mortal ni venial, ha de tener esta actitud; no por temor, sino por amor a nuestro Padre Dios cuya ley ha escrito Él en nuestras almas y a cuyo cumplimiento nos está cada día invitando con suavidad infinita.
La verdadera razón no está libre de todo compromiso con la locura; por el contrario, debe seguir los caminos que ésta le señala.
El compromiso del corazón, de alguien que ha militado en política toda la vida, está junto a los que no eligieron la vida que tienen y que es entonces, desde la gestión de un gobierno, desde el Estado, donde estamos ante la responsabilidad política y moral de reparar esa injusticia de vivir una vida que no se quiere y que merece ser mejor.
La victoria en la guerra no depende completamente del número o del simple valor; sólo la destreza y la disciplina la asegurarán. Hallaremos que los romanos debieron la conquista del mundo a ninguna otra causa que el continuo entrenamiento militar, la exacta observancia de la disciplina en sus campamentos y el perseverante cultivo de las otras artes de la guerra.
Me temo que lo mejor no sea pasar toda la vida en la observancia de las leyes instituidas
Para el pueblo colonizado, el valor más esencial, por ser el más concreto, es primordialmente la tierra: la tierra que debe asegurar el pan y, por supuesto, la dignidad
Gracias Dios, por la dignidad y la belleza de uno mismo. Por la presiocidad de ser innatos. La única cosa que no puede ser tomado de nosotros. La única cosa que realmente cuenta
Bien vale la pena sufrir contratiempos y penalidades - en mi caso, desconocimiento de derecho legítimo y privación del goce de la Patria- si al cabo de ello, un buen día nos sale un rasgo de nobleza humana que nos restituya la fe que hayamos perdido.
La verdadera nobleza es caminar toda la vida con pasos que salen del corazón; que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto.
El conocimiento es problema de la ciencia y ésta no admite ni la menor deshonestidad ni la menor presunción; lo que exige es ciertamente lo contrario; honestidad y modestia.
Me decidí a mentir, pero, eso sí, con más honestidad que los demás, ya que hay un extremo sobre el cual diré la verdad, y es que voy a contar mentiras.
Hay algo que sí es conmovedor, aunque suene demagógico. No puedo dejar de decir que el mensaje del público en San Mamés, en el partido contra el Betis, nos obliga a todos de manera superlativa, nos obliga a multiplicar nuestra obligación de entereza. No decir la verdad, actuar engañando, maquillando, etc., es imperdonable frente a semejante expresión de compromiso y sinceridad afectiva, y lo digo muy incómodo, porque es demagógico lo que estoy diciendo.
Un poco de sinceridad es cosa peligrosa; una sinceridad absoluta puede ser fatal.
Un cuadro vive por compañerismo y se expande y aviva a los ojos del observador sensible.