Nuestra pasión es rozar el borde vertiginoso de las cosas. Sigue siendo lo que ha sido siempre: el límite estricto entre lealtad y deslealtad, fidelidad e infidelidad, las contradicciones del alma.
Siempre hay que tratar a los empleados exactamente como queremos que ellos traten a nuestros mejores clientes. Se puede comprar el trabajo de una persona, pero no se puede comprar su corazón. En el corazón están su lealtad y su entusiasmo. Tampoco se puede comprar su cerebro. Allí están su creatividad, su ingenio, sus recursos intelectuales.
No obstante, el pan y el vino son productos culturales importantes, realmente expresan la vitalidad del Ser Humano. Representan un conocimiento cultural, que es el fruto de la atención, la paciencia, la industria, la devoción y la laboriosa instrumentación.
He obrado en todo con la devoción que requería la más bella de las empresas humanas: la salvación de la patria; y por el designio que me animaba, no podía distraer mis actitudes a otras consagraciones.
(..) Para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado.
Personas supersticiosas tienen apego a las reliquias de santos y hombres devotos, por la misma razón por la que buscan símbolos e imágenes para avivar su devoción y darles una representación más íntima e intensa de las vidas ejemplares que desean imitar.
Él llegaba siempre tarde por principio, siendo el suyo que la puntualidad es un ladrón del tiempo.
La puntualidad es una pérdida de tiempo.
El aparato, flotando en el aire, obra como una balanza de exactitud matemática.
Me gusta depender un poco del azar: la exactitud numérica de las estaciones de ferrocarril, la precisión de los barcos de vapor que llegan a la hora y el día exactos no agradan a un poeta, ni a un pintor, ni incluso a un simple arqueólogo o coleccionista como soy yo.
Si no hubiera uniformidad en las acciones humanas, y si toda la experiencia que pudiéramos tener de ellas fuera irregular y anómala, seria imposible acumular observaciones generales acerca de la humanidad; y ninguna experiencia, por mucho que fuera la precisión con la que hubiera asimilado la capacidad reflexiva, tendría utilidad.
En el amor, como en la gula, el placer es una cuestión de máxima precisión
Un cuadro vive por compañerismo y se expande y aviva a los ojos del observador sensible.
El hombre es el vencedor de las quimeras, la novedad de mañana, la regularidad de la que el caos se queja, el tema de la conciliación.
Alonso es en estos momentos el piloto referencia del Mundial y no hay nadie que pueda competir contra él con una cierta regularidad
Tú crees en un vago y quimérico Dios, o en un santo especial, y, para curar males, en alguna oración. Más yo creo en las horas azules y rosadas que tú a mí me procuras y en voluptuosidades de hermosas noches blancas. Y tan profunda es mi fe y tanto eres para mí, que en todo lo que yo creo sólo vivo para ti.
La fe que más le gusta a Dios es la esperanza.