El ser rico y ser capaz de permitirse una gran casa no es tan importante. Lo que sí es importante es el esforzarse, el aprender, el hacer lo mejor para desarrollar tu poder personal para conseguir esa gran casa. Es en lo que te conviertes en el proceso de conseguir esa gran casa, lo que es importante. Las personas que sueñan con sueños pequeños continúan viviendo su vida como personas pequeñas.
Tristeza y melancolía fuera de la casa mía.
Lo que en el militar es virtud, en el gobernante es defecto. Un pueblo no es un campo de batalla. No se sabe de ningún edificio construido sobre bayonetas.
Los pensamientos son los ladrillos con los que has de construir el edificio de tu personalidad. El pensamiento determina el destino. El mundo que te rodea es el reflejo de tus propios pensamientos.
Arquitectos, pintores y escultores deben volver a conocer y concebir la naturaleza compuesta de la edificación en su totalidad y en sus partes.
Ahora procederemos a la edificación del orden socialista.
La deconstrucción no es sólo -como su nombre parecería indicar- la técnica de una construcción trastocada, puesto que es capaz de concebir, por sí misma, la idea de construcción. Se podría decir que no hay nada más arquitectónico y al mismo tiempo nada menos arquitectónico que la deconstrucción.
...un gran número de mexicanos dejamos de llorar por el país que se frustró, el México que pudo haber sido y no es, para ocuparnos en la construcción del México que por su historia, su cultura, sus recursos, su posición geográfica y su gente todavía puede y deber ser
¡Lástima que en vivienda tan preciosa, le dijo un amigo, falte una biblioteca! Bello adorno, útil y preciso.
Desde hace mucho lucho contra la decoración. Sólo hice eso de joven y por eso no me gusta. La decoración es algo superficial, ocupa un lugar inmutable. Por eso los edificios públicos se decoran para publicitar a las personalidades. No hace falta mirarla siempre, pero en la vivienda es algo obsesivo.
Si todo lo que eres es el dueño de una gran finca o el poseedor de un cargo, si los pierdes con ellos mueres. Pero si te sabes persona y separas tu dimensión como persona de la posesión de esas cosas, si las pierdes sencillamente las has perdido, pero nada más.
¿Preguntas, Dino, qué me produce mi finca de Nomentano? Óyelo: el placer de no verte