La única ternura inalterable es la que siente el perro hacia su amo. Todavía el hijo suele irritarse contra el padre; todavía el padre suele maldecir a su hijo. Sólo el perro sufre una paliza de su amo, y llora de amor por él.
La fuerza siempre atrae a hombres de baja moralidad, y creo que es una ley invariable que los que tiranizan el genio son sucedidos por sinvergüenzas
Es una ley casi invariable que los placeres más exquisitos son los que más caros se pagan.
Dad al poder ejecutivo todo el poder posible, pero dádselo por medio de una constitución. Lo peor del despotismo no es su dureza, sino su inconsecuencia, y sólo la Constitución es inmutable
Existen muchas religiones, y después existe el Camino Integral. Las religiones son intenciones humanas desesperadas y astutas; el Camino Integral es una expresión profunda de la mente universal pura total. Las religiones se basan en la manipulación hipnótica de las mentes subdesarrolladas; el Camino Integral se basa en la libre transmisión de la simple e inmutable verdad natural.
El terror no es más que la justicia rápida, severa, inflexible
Esa incertidumbre relativa sobre el acontecer histórico futuro quiebra el marco rígido e inflexible de las predicciones necesarias para abrirnos un horizonte de alternativas y de posibilidades quizás prometedoras. Pero ese horizonte adolece de una debilidad inevitable: su irreparable precariedad
Nadie puede usar la palabra progreso si no tiene un credo definido y un férreo código moral Porque la misma palabra progreso indica una dirección; y en el mismo momento en que, por poco que sea, dudamos respecto a la dirección, pasamos a dudar en el mismo grado del progreso.
En el Tercer Mundo, hay que tener una de estas dos cosas, o tiempo, o dinero. Es un principio férreo del oficio de reportero.
La justicia es la firme y constante voluntad de dar a cada uno lo suyo.
Sólo quedó una vía para salvar nuestra libertad política, nuestra libertad personal, nuestra seguridad, nuestra forma de vida, desarrollada desde hacía muchos siglos, y que tenía como base un concepto cristiano y humano del mundo: una firme conexión con los pueblos y países que tengan las mismas opiniones que nosotros sobre estado, persona, libertad y propiedad.
No me fijo metas. como decir, eso es lo que quiero estar haciendo en unos años. Hago lo que me gusta en el momento.
Trabaja con el espíritu de oración. Estudia las cosas de este mundo, es tu deber; pero míralas solamente con un ojo, y el otro esté fijo en las realidades eternas. Ocúpate de las cosas de este mundo con una mano. Con la otra cógete a Dios como un niño se coge al vestido de su padre... Que mi alma, de hoy en adelante, quede así unida a Dios por Jesucristo
Educadores y educandos se archivan en la medida en que, en esta visión distorsionada de la educación, no existe creatividad alguna, no existe transformación, ni saber. Sólo existe saber en la invención, en la reinvención, en la búsqueda inquieta, impaciente, permanente que los hombres realizan en el mundo, con el mundo y con los otros. Búsqueda que es también esperanzada.
Ningún favor produce una gratitud menos permanente que el don de la libertad, especialmente entre aquellos pueblos que están dispuestos a hacer mal uso de ella.
La biblioteca vio la luz primera de sus días debido al deseo y a la necesidad impostergable de tener un lugar así. Se trataba simplemente de que hubiera una biblioteca como ésta. Aquel deseo engendró la existencia del edificio de esta biblioteca, que no es muy de por cierto, y a su personal de planta que en este momento da la casualidad de que está formado por mí.
Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro y vuelvo a ver los árboles sedientos y los pájaros disparados en la embriaguez de la música del viento y estoy inmóvil y absorto y maravillado de un día más en el pecho ardiendo.
El corazón que no ama es una cisterna tenebrosa, un depósito inmóvil que no recibe ni da. El corazón que ama es el remanso a cielo abierto, donde las mil corrientes del mundo descansan un instante para partir otra vez.
Es dulce ser la única fuente, la causa tiránica e inapelable de las grandes dichas y de la desesperación más honda de otro ser.