Dicen también que las cosas hermosas, unas lo son por naturaleza, mientras que cosas justas en modo alguno lo son por naturaleza, sino que los hombres continuamente disputan entre sí y las alteran siempre, y las que alteran y cuando las alteran, ésas son las que dominan. convirtiéndose en tales por arte y por las leyes y no por naturaleza alguna.
Así, con cada avance en los conocimientos científicos surgen nuevos elementos que, a menudo nos obligan a reformular nuestra imagen de conjunto de la realidad física. Sin duda, los teóricos preferirían perfeccionar y modificar sus teorías en lugar de proceder continuamente a su desguace. Sin embargo, esta obligación es la condición y el precio de todo el progreso científico
Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
¿Cómo no será absurdo que cuando uno es feliz no se reconozca con verdad la felicidad que posee por no querer declarar felices a los que viven, a causa de las mudanzas de las cosas y por entender la felicidad, mientras las vicisitudes de la fortuna giran incesantemente en torno de ellos?
El darwinismo ha existido en todos los tiempos, desde que Moisés presentó la historia de la creación, pasando sucesivamente de los animales inferiores hasta llegar al hombre.
El caudal entero del río no es otra cosa que el conjunto de todos los arroyos, visibles o invisibles, sucesivamente absorbidos.