Tomad un buen desayuno, puesto que hoy cenaremos en el hades
Somos senados del sufrimiento solamente cuando lo experimentamos a fondo
Del sufrimiento surgen las almas más fuertes. Los caracteres más sólidos están plagados de cicatrices.
Desde hace algún tiempo se habla mucho de tortura aplicadas por los soldados franceses a patriotas argelinos. Personalidades extranjeras, y entre ellas francesas, han condenado estas prácticas. No se puede al mismo tiempo querer el mantenimiento de la nación francesa en Argelia y condenar los métodos empleados en ella. La tortura en Argelia no es un accidente, o un error, o una falta
Da conciertos de cuatro horas y media. Eso es tortura ¿Odia a su público?
Representaos a un hombre cuyo cuerpo y alma estaban igualmente relajados por la voluptuosidad, y a quien amenazan los horrores de un suplicio cruelmente prolongado. Creí ya sentir los dolores de la tortura, y los cabellos se me erizaron; el estremecimiento del terror recorrió mis miembros; no obedecieron ya a mi voluntad, sino a súbitos impulsos convulsivos...
Sobresalir es incomodar; las medianías se creen insuperables y no se resignan a celebrar el mérito de quien las desengaña. Admirar a otros es un suplicio para los que en vano desean ser admirados. Toda personalidad eminente mortifica la vanidad de sus contemporáneos y los inclina a la venganza
La fortaleza de los hombres juiciosos no es más que el arte de encerrar el propio desasosiego dentro del corazón.
Busco un fin de semana desasosiego busco evadirme que coño busco ciego
Sólo en la agonía de despedirnos somos capaces de comprender la profundidad de nuestro amor
Las lágrimas corrieron por su rostro. Su mano temblorosa buscó el apoyo de la mesa para poder sostenerse, mientras me tendía la otra. La tomé entre las mías, estrechándola con firmeza. Cayó mi cabeza sobre aquella mano fría. Mis lágrimas la humedecieron y mis labios se apretaron contra ella. No fue un beso de amor. Fue una contracción de agonía desesperada.
Bien podría ser que Lisboa, contrario de lo que parecía, no fuera ciudad, sino mujer, y la perdición solo amorosa, si el restrictivo adverbio tiene cabida aquí, si no es ésa la única y feliz perdición.
Internet ha sido la perdición de nuestras vidas. Es una fuente de información descontrolada y sin editar, con la que se alimenta a los medios.