El amor es un caos de luz y de tinieblas; la mujer, una amalgama de perjurios y ternura; el hombre, un abismo de grandeza y pequeñez; la vida, en fin, puede compararse a una larga cadena con eslabones de hierro y de oro
El ser humano no necesariamente tiene que caer en la angustia. No es parte de la naturaleza del espíritu sino de una horrible enajenación. Kierkegaard hablaba de un abismo insuperable entre el hombre y Dios... Yo no tengo angustia, porque yo soy Dios y sé que la angustia no es ni existencialmente ni ónticamente necesaria...
Tomad un buen desayuno, puesto que hoy cenaremos en el hades
Tomad un buen desayuno, puesto que hoy cenaremos en el hades