Fui a un colegio confesional y allí aprendí que Dios, fuera de dictar la Biblia y alquilar una raza perfecta de sacerdotes para que la explicasen, no ha hecho más que andar alrededor de nosotros procurando cogernos en desobediencia.
El nuevo monarca pondrá, pues, su máximo empeño en dictar nuevas leyes y en reforzar, a su conveniencia, los derechos del Estado y someter al pueblo, de forma que no le resulte tan fácil quitar a los reyes su dignidad como dársela.
¿Es que todo aquello iba a comenzar de nuevo? ¿Era posible que después de la guerra a uno le tuviera que dar un vuelco el corazón cada vez que oía pasos en la noche, ante cada toque de claxon?
La transición de los datos a la teoría requiere imaginación creativa. Las hipótesis y teorías científicas no se derivan de los hechos observados, sino que se inventan para dar cuenta de ellos.
Lo terrible es que para establecer un contacto, si quieres comunicar con los demás, tienes que inventar como una especie de personaje que se comunica, que no es el mismo que está metido dentro de ti y por ahí empiezas a creer más en el personaje, te olvidas de la persona y crees en el personaje. Pero muchas veces es simplemente esa necesidad de comunicarse con el medio...
Te puedes comunicar con los muertos tecleando en un ZX Spectrum.
Quien ha experimentado a Dios puede describir parte de su vivencia en lenguaje simbólico, pero no puede trasmitir a otra persona lo que ha vivenciado. La mística da lugar al pensamiento, pero no es reducible a él.
No es esta la hora del reproche, ni el tiempo de repartir culpas, sino de entender que una idea es capaz de cambiar el mundo, si antes demuestra ser capaz de cambiar la vida de quien la pronuncia.
El feminismo no me alcanzó para repartir las tareas domésticas, en verdad esa idea no me pasó por la cabeza, creía que la liberación consistía en salir al mundo y echarme encima los deberes masculinos, pero no pensé que también se trataba de delegar parte de mi carga
El problema principal del mundo contemporáneo -también lo fue del antiguo- es la concentración de la riqueza y de los bienes en pocas manos. La desigualdad, un problema de siempre, un problema que sólo se podría resolver tomando medidas económicas, culturales y políticas. Hay que distribuir el poder. Y esa mejor distribución debe abarcar, entre otros aspectos, a los medios de comunicación.
Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho.
Y acaso, náufrago indeciso, querrías compartir mi tempestad, en este universo donde el calor y la furia de mis besos, te dejaran -apenas- sensación, olor, quietud de olvido...
El amigo que está en silencio con nosotros, en un momento de angustia o incertidumbre, que puede compartir nuestro pesar y desconsuelo... Y enfrentar con nosotros la realidad de nuestra impotencia, ése es el amigo que realmente nos quiere.
Entre las angustias de los días que siguieron está el mayor de los suplicios: la inefabilidad. Jamás podré explicar lo que vi y conocí durante esas horas de impía exploración, por falta de símbolos y capacidad de sugerencia de los idiomas.
Lo que determina el valor de una religión o filosofía es la cantidad de cosas que puede explicar