Las hojas de este sauce en el siglo pasado se murieron, para brillar cien veces más lozanas en la forma de un verso.
Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de la oscuridad para brillar
Ya no es solo en el fulgurar de los astros, sino en la más insignificante hierbecilla, ¿No vemos por ventura a Dios si nos dedicamos a descubrirle con la luz de la inteligencia?