La administración se centra en el límite inferior: ¿Cómo puedo hacer mejor ciertas cosas? El liderazgo aborda el límite superior: ¿Cuáles son las cosas que quiero realizar?
La ley de la necesidad. Ése es el gran límite de la realidad: la necesidad. No importa cuál sea la realidad, existe porque debe existir; porque no puede ser de otra forma. La realidad no existe porque alguien la desee, sino porque debe ser así..., justa y exactamente así, hasta el más pequeño detalle
Jamás un poeta alemán supo que yo componía versos; yo vivía entre escritores, pero ninguno de ellos adivinó que yo tenía una lapicera que carecía de alas y que titubeaba trémula sobre el borde del nido.
He atrancado la puerta. Encima de ella está un espacio abierto, limitado por el borde del techo. Por allí entra la luz. Siento cómo la penumbra y el frescor acarician simultáneamente mi cuerpo. Mi cuerpo. A eso he venido. En eso quiero aprovechar ese tiempo, esta hora que me queda. Quiero verme. Hasta ese momento no lo había sabido, pero ahora sé que eso quiero, que eso voy a hacer. Voy a verme.
Estoy en la colina, mi corazón es como una balsa que se aleja en una separación infinita y va más allá de los recuerdos hasta el pesado mar sin estrellas en la noche cerrada y oscura.
La cultura es mucho más que una lengua; y es erróneo basar esa identidad cultural y autonómica en una separación frontal y absoluta respecto de la cultura española.
No se sirva pues de ese elevado término de ideal cuando tenemos para eso, en el lenguaje habitual, la excelente expresión de mentira.
En nuestro gobierno quien tenga méritos será recompensado y quien tenga culpa será ejemplarmente castigado. Se terminó el tiempo del padrinazgo y de la impunidad
No me dormiré, no me dormiré en toda la noche, veré la primera raya del alba en esa ventana de tantos insomnios, sabré que nada ha cambiado
Usted sabe que es eso de fraccionar, de montar expedientes extraños porque es un experto en cosas raras. Es hijo de la oscuridad administrativa y viene de otro mundo, Él supo cruzar la raya entre lo oscuro y la luz que representa el PP, Puede gritar a quien quiera, al mar, a las montañas, su credibilidad ha caído como una piedra sobre este hemiciclo
Hay una catedral descendente y un lago ascendente. Hay un pequeño carruaje abandonado en el soto, o bien bajando a toda prisa por el sendero, adornado con cintas. Hay una compañía de cómicos ambulantes, vestidos para la representación, divisados en el camino por entre la linde del bosque. Hay siempre, en fin, cuando se tiene hambre y sed, alguien que llega y os echa de allí.
Nunca corría riesgos: por eso le iban tan bien las cosas. Todo lo que entraba en nuestra cocina con una apariencia era transformado en algo completamente distinto. Y aunque entraba por la fachada -por la tienda, en Lant Street-, también salía por otro sitio. Salía por la parte trasera.
La civilización occidental esconde bajo su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales
Pero aunque el mundo desdeña a los balleneros, sin embargo, y sin tener conciencia de ello, nos rinden el más encendido homenaje. Pues casi todos los cirios, lámparas y bujías que arden en los confines del globo lo hacen, para gloria nuestra, con aceite de ballena
La vergüenza delimita en el hombre los confines internos de las culpas. Donde empieza a avergonzarse, comienza exactamente su más noble yo.
Estoy solo en el último tramo de la ausencia y el dolor hace horizonte en mi demencia.
El sol que estaba entonces en su punto más bajo del horizonte daba al agua una coloración purpúrea con destellos de oro en las crestas de las grandes olas adquiriendo tonos azules y verdosos en sus puntos más profundos. Parecía como si cada embarcación de pesca atrajese hacia sí sus propios botes mediante invisibles cadenas.
Nunca es agradable vivir el fin de algo.
El hombre está visiblemente hecho para pensar. En ello radica su fin y su esencia (...). Pero ¿en qué piensan las gentes? Jamás en esto, sino en bailar, cantar, hacer versos, correr sortijas, construir seres, hacerse reyes sin saber lo que es ser rey y ser hombre.