¿Por qué nos deja Dios vivir en este mundo? ¿Por qué no baja y observa cada uno de nuestros movimientos y nos impide cometer errores? Porque no podemos crecer si alguien nos vigila. No podemos llegar a ser nada. Seríamos marionetas.
A medida que disminuye la libertad económica y política, la libertad sexual tiene tendencias a crecer como compensación.