¿Dónde está el descanso de los días, la avenida con tomillo, el aroma de verónica que prometiste, la nata y la miel que dijiste que había ganado, la felicidad que procede de las tareas bien hechas, la serenidad que el deber nos concede, las bendiciones de las buenas obras?
La élite pretende mantener su ensueño de minoría despierta.
Las universidades no deberían temer a enseñar novedades radicales; por el contrario, es su llamado dar la bienvenida a la oportunidad de hacerlo. Su disposición a hacerlo es nuestra principal salvaguarda contra las dictaduras, sean del proletariado, del establishment académico, o de la élite corporativa.
Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud.
El ejemplo de María es hoy muy interesante para la juventud actual, porque hoy la virginidad está en baja. Muchas chicas se avergüenzan de ser virgen. Y muchos chicos se ríen de la virginidad de las chicas.
La castidad es como la naturaleza del sol que pasa por las inmundicias, y queda puro como antes
Artículo cuarto. — La predicación de la castidad es una incitación publica a la contranaturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma con el concepto de impuro es el autentico pecado contra el espíritu santo de la vida.
El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.
Es sano mantener limpia la fantasía de los niños, pero esa pureza no se preserva mediante la ignorancia
¿Por qué los idiotas más feos del mundo enamoran a las mujeres más bellas que hay? ¡Oh, Condorito! ¡Jamás en mi vida me habían dicho un piropo tan lindo!
Así es el tango, sabés, de ayer y de hoy, requiebro y pena de amor. Si no entendés, escuchá lo que te digo, que los barrios son testigos de que cuento la verdad.
Lo que otorga a las acciones humanas un sabor de justicia es esa nobleza o galantería de ánimo, que se da muy raras veces, que hace que un hombre desprecie las ventajas que podría obtener en su vida como resultado del fraude o del quebrantamiento de una promesa.
La galantería es una intriga amorosa en la que queremos que el adversario nos aventaje.
Luis bajó raudamente las escaleras de su estudio jurídico y alguien elogió su estado físico y contestó: No, ya tengo menos piernas que una foto carnet.
El elogio en boca propia desagrada a cualquiera.
El verdadero progreso democrático no consiste en rebajar la elite al nivel de la plebe, sino en elevar la plebe a la elite
Las universidades no deberían temer a enseñar novedades radicales; por el contrario, es su llamado dar la bienvenida a la oportunidad de hacerlo. Su disposición a hacerlo es nuestra principal salvaguarda contra las dictaduras, sean del proletariado, del establishment académico, o de la élite corporativa.