La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura. Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión.
Me parece que, al discutir los problemas naturales, no se debería partir de la autoridad de los pasajes de la Escritura, sino de la experiencia de los sentidos y de las demostraciones necesarias. Porque la Sagrada Escritura y la naturaleza proceden igualmente del verbo divino, aquélla como dictado del Espíritu Santo, y ésta como la ejecutora perfectamente fiel de las órdenes de Dios
FÍGARO- Ya que mis ojos os sirven de espejo, estudiad en ellos el efecto de lo que os predigo. Con sólo que hagáis ademán de acercados a la señora...
Yo no cabía en mí de satisfacción, presa de una alegría extraña. Me sentía relajado. El mundo estaba lleno de gente la mar de divertida. El barman delgado echó una mirada en mi dirección y le hice un guiño de complicidad amistosa. Cabeceó con ademán de comprensión. Lancé un suspiro y me retrepé en la silla, reconciliado con la existencia.
Los científicos ortodoxos se muestran más preocupados por evitar un retorno a los excesos religiosos del pasado que por mirar cara a cara la verdad, ha dominado el pensamiento científico a lo largo del siglo pasado
Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazon en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos, ¿Sabe?, son una fuente de infelicidad...
La poesía de mañana, después de la catástrofe del mundo, habrá de ser reflejo del temblor universal.
No puedo imaginarme a un dios que premia y castiga a los objetos de su creación, cuyos propósitos han sido modelados bajo el suyo propio; un dios que no es más que el reflejo de la debilidad humana. Tampoco creo que el individuo sobreviva a la muerte de su cuerpo: esos no son más que pensamientos de miedo o egoísmo de lo mas ridículo.
No existe vértigo mayor que el que produce una cuartilla de papel blanco. Aquellos pentagramas dispuestos a que los rellenemos con notas tienen cierto semblante burlón que produce, cuando menos, respeto.
Es más propio del hombre de recto carácter el odio abierto y declarado, que ocultar los sentimientos bajo un semblante tranquilo.
Si amas sin despertar amor, esto es, si tu amor, en cuanto amor, no produce amor recíproco, si mediante una exteriorización vital como hombre amante no te conviertes en hombre amado, tu amor es impotente, una desgracia
Las ciencias de los ingenieros son aquellas que dan los modos del conocimiento en las direcciones y los métodos en la facilidad [para remover los obstáculos] para la invención de esta arte y su exteriorización in actu en los cuerpos físicos y sensibles.
No es tanto la formulación de una respuesta para el teatro o la obra, sino más bien la formulación más precisa del problema.
No es sólo interesante sino profundamente importante que los estudiantes perciban las diferencias de comprensión de los hechos, las posiciones a veces antagónicas entre profesores en la apreciación de los problemas y en la formulación de las soluciones. Pero es fundamental que perciban el respeto y la lealtad con que un profesor analiza y critica las posturas de los otros.
Su elegante distinción era evidente. Flotaba en el aire una densa fragancia de incienso, y el frufrú de las sedas reflejaba una riqueza ostentosa, pues era aquélla una casa donde se prefería la exhibición de lo que estaba de moda al atractivo más profundo de un discreto buen gusto.
Pequeños actos amables, pequeñas cortesías, pequeñas consideraciones, pequeña benevolencia, cuando se practican habitualmente, dan mayor encanto al carácter que grandes conferencias, oratoria, discursos y exhibición de talentos desde el estrado.
Ningún texto musical es swing. No se puede escribir swing, ya que el swing es lo que sacude al auditor y no hay swing en tanto que la nota no ha sonado. El swing es un fluido y aunque una orquesta haya tocado un trozo catorce veces, puede ocurrir que sólo lo swinguice a la decimoquinta vez
Lo que me gusta en un relato no es directamente su contenido ni su estructura sino más bien las rasgaduras que le impongo a su bella envoltura: corro, salto, levanto la cabeza y vuelvo a sumergirme. Nada que ver con el profundo desgarramiento que el texto de goce imprime al lenguaje mismo y no a la simple temporalidad de su lectura.
La doctrina vincula los individuos a ciertos tipos de enunciación y como consecuencia les prohíbe cualquier otro; pero se sirve, en reciprocidad, de ciertos tipos de enunciación para vincular a los individuos entre ellos, y diferenciarlos por ello mismo de los otros restantes.
Escribir es ante todo poner de manifiesto la intensidad con que uno vive un problema o un concepto. La intensidad de la enunciación nos da pruebas de la veracidad de la preocupación. Creo que no se trata de escribir sobre nada sino desde todo.
El aprendizaje incluye memoria y comprensión: poner la información en un contexto que le dé sentido. Poner énfasis en el fracaso y sus consecuencias perturba aún más a los estudiantes. Todos necesitamos permiso para fracasar; los buenos estudiantes cometen errores, y emplean esto como información para cambiar lo que hacen. Mantienen su objetivo en mente y siguen llenos de recursos.
El camino de la libertad consiste en desviar el énfasis de la persona superficial y variable, al testigo interior y siempre presente
Cuanta más poesía leemos, más aborrecible nos resulta cualquier tipo de verborrea, tanto en el discurso político o filosófico, como en los estudios históricos y sociales, o en el arte de la ficción. El buen estilo en prosa es siempre rehén de la precisión, de la rapidez y de la lacónica intensidad de la dicción poética.
La dicción no debe ser rápida ni apresurada, y, por lo tanto, ininteligible, sino pausada y lenta.
Usted vio lo complicado que es el uso de los términos y no soy un especialista de poder seleccionar bien las palabras, porque el término depreciado fue un término especialmente recogido de mi ultima expresión. Pero claro, depreciado quiere decir que pierde valor, y pierde valor porque los que se van son tan importantes que los que quedan, quedan menos valorados. Entonces, uno puede decir ‘depreciado’ jerarquizando a los que se van, o ‘depreciado’ mortificando a los que se quedan. Usted vio también como la interpretación no jerarquiza a los que se van, sino que mortifican a los que se quedan.
... como una invalidez del lenguaje: no es querer decir amor y que la lengua no llegue; es tener lengua y no llegar al amor