Fundar un gran imperio con el sólo propósito de crear un pueblo de clientes, puede a primera vista parecer únicamente un proyecto apto para una nación de tenderos. Es, sin embargo, un proyecto por completo inapto para una nación de tenderos, pero extremadamente apto para una nación que está gobernada por tenderos.
Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso. La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión coexistencia pacífica significa ausencia de guerra y no verdadera paz.
El mundo ha honrado en demasía a los críticos, y los ha tomado por hombres de mucho mayor empaque del que realmente tienen.
Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
No hay que creer exageradamente en la felicidad. Sobre todo cuando se es de buena raza. No se consiguen más que decepciones.
La única forma de expiarse por estar de vez en cuando exageradamente vestido es ser siempre exageradamente educado
La vida cotidiana, en apariencia previsible, desmedidamente familiar, es la que encierra la posibilidad de los grandes descubrimientos que rompen con la costumbre.
Estar enamorado significa exagerar desmesuradamente la diferencia entre una mujer y otra.
El mal no es nunca radical, sólo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie.
Cultivar el hábito de afirmar a la gente, de darles a conocer con frecuencia y con sinceridad que creemos en ellos sobre todo si son adolescentes que están pasando por su segunda crisis de identidad es sumamente importante. Es una inversión relativamente pequeña que produce unos resultados incalculables e increíbles.
Es sumamente difícil encontrar a un nihilista ético consistente. Cuando crudamente profesan su nihilismo, piensan en un solo lado del asunto. Ellos no ven porque ellos deban guiarse por normas morales tradicionales. Pero una investigación más profunda revela que en realidad ellos esperan que otros las cumplan (con ellos, respetándolos).
Vernos a nosotros mismos como los demás nos ven es un don en extremo conveniente.
El español convierte en cuestión de honra el más mínimo desliz de la mujer que le pertenece. Las intrigas de amor son en extremo misteriosas y llenas, según me dijeron, de peligros.
Creo que no se puede ser hombre, y mucho menos artista, sin tener una conciencia política. El arte es política.
Tengo fama de muy serio, o incluso de arrogante o de altivo, y de todas estas cosas que estoy harto de oír. Creo sin embargo que en mis novelas hay mucho humor, pequeñas bromas y hay alguna escena que aspira a ser cómica o en todo caso es un poco disparatada. El humor es una de las pocas cosas que nos salva.
Pero de todos modos, y como decía Monsieur Masseras, redactor en jefe del periódico publicado en México en francés, L'Ere Nouvelle, esa desafortunada nación no esperaba sino una sola cosa: un gobierno de orden, de organización y prosperidad, tres palabras, agregaba el periodista, que referidas a México, terreno proverbial de revoluciones y contrarrevoluciones, resultaban por demás irónicas.
La baraja es como un pajaro, que si lo apretas demasiado lo matas y si lo sueltas por demás se vuela.
Si la política es el arte de lo posible, la investigación es sin duda el arte de lo soluble. Ambas son asuntos de mentalidad inmensamente práctica
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
Para juzgar sobradamente debemos conocer cómo aprecian las cosas los ignorantes
Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi patria. Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita
No he sido nunca monárquico, ni lo seré, sin duda, pero considero que la imagen del Rey, o de este Rey, al menos, ha sido enormemente beneficiosa
La comprensión mutua sería enormemente facilitada por el uso de una lengua universal