Mi éxito es amable, discreto, ni presuntuoso ni avasallador
El anarquista niega el derecho de todo gobierno -sea autocrático o democrático- a inmiscuirse en su libertad individual
Tú no serás caudillo si en la masa sólo ves el escabel para alcanzar altura. Tú serás caudillo si tienes ambición de salvar todas las almas.
Cruce de superhombre y bufón, el caudillo hace y deshace a su antojo, inspirado por Dios o por una ideología en la que casi siempre se confunden el socialismo y el fascismo —dos formas de estatismo y colectivismo— y se comunica directamente con su pueblo, a través de la demagogia, la retórica y espectáculos multitudinarios y pasionales de entraña mágico-religiosa.
Núñez (ex-presidente del FC Barcelona) es pequeño, poco inteligente y bravucón. Lo suyo son siempre bravatas baratas, propias de un prepotente vacío de inteligencia. Galindo, el actor, es mucho más inteligente que él. Pero no pasa nada. Cuando vea a Núñez le doy un beso en la boca, aunque me tendré que agachar para conseguirlo
No quiero verme prepotente ni mucho menos, pero hay que poner un alto, por que hablan mucho de mí, y mucha gente se lo cree. Yo ya tengo mi fortuna, ya tengo mis casas, ya he viajado en aviones privados, antes de viajar con Tommy, he conocido a presidentes de varios países del mundo, me han recibido en palacios, antes de estar con Tommy...
Tal la exangüe cabeza, trunca y viva, de un mandarín decapitado, en una macábrica ficción, rodó la luna sobre el absurdo de la perspectiva...
Una cortesana dijo a un mandarín: seré tuya si esperas cien noches bajo mi ventana. Y el mandarín esperó, hasta la nonagésimo novena noche, en que tomó el taburete y se fue.