Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco.
La gente perdona los errores, porque los errores suelen ser cosas de la mente, del juicio. Pero no se perdonan fácilmente los errores del corazón, la mala intención, los malos motivos, la justificación que por orgullo pretende encubrir el error.
Sus detractores afirman que es necesario plantar allí las malas hierbas, que no nacen espontáneamente; que importan del Canadá los cardos silvestres, y que tienen que mandar buscar al otro lado del mar un tarugo para tapar una grieta a un barril. Todas éstas y más extravagancias solo muestran una cosa: Nantucket, definitivamente no es Illinois
Lo único que los mueve es la envidia. No hay que tenerles miedo: la envidia de los sapos nunca pudo tapar el canto de los ruiseñores
La acción política sólo es maniquea en sus grados bajos, y el maniqueísmo tiene el efecto de camuflar el azar y la incertidumbre de la acción. (Mis demonios, cap. 8).
Todo su empeño se concentraba ahora en camuflar su conflicto interior. Debía representar el papel de la anfitriona atenta; departir con todos los presentes; brillar como llama de alegría y gracia.
Si hay violencia en nuestros corazones, es mejor ser violentos que ponernos el manto de la no violencia para encubrir la impotencia
No se puede decir más claro que la CEDA, que no se fijaba en la calidad de las personas, fue a la colaboración con los lerrouxistas a sabiendas de que iba a encubrir los negocios sucios, a colaborar con ellos. Y ya conocéis el viejo axioma español que dice: ¡A autores y encubridores, pena por igual!
Es asombroso lo que puedes ocultar con tan solo una sonrisa.
Yo no me pregunto quién soy yo, no quiero saberlo. Y es que básicamente me he dado cuenta de que tampoco me importa quién soy, lo que realmente me importa es si mañana mi hija va a poder enseñar mis discos a sus amigas o se los va tener que ocultar
En la vejez se aprende mejor a esconder los fracasos; en la juventud, a soportarlos.
Cuando enviamos a nuestros jóvenes y mujeres a la guerra, nosotros tenemos una obligación solemne de no evadir los números ni esconder la verdad sobre porque ellos van, y preocuparnos por sus familias una vez se han ido, tener expectativa del retorno de los soldados, y nunca jamás entrar en guerra sin tener tropas suficientes para vencer la guerra, asegurar la paz, y ganar el respeto del mundo.
... algunos casquivanos o majaderos se divierten y complacen en fingir familiaridad con el vulgo para hacerle sentir después su desprecio de manera asertiva.
Pero si tú lo quieres puedo hacer tal como tú y fingir que nunca nos hemos acariciado y si alguien me pregunta: ¿Es fácil olvidar? Le diré: es fácil de hacer, sólo coge a alguien y finge que nunca os habéis conocido.
Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania
No tengo ni idea cómo me va a afectar la retirada ni lo que voy a hacer. Pero no tengo miedo. Por el contrario, hay muchas cosas que quiero vivir
Alégrate. En esa profesión del deseo nadie como tú para simular inocencia y para hechizar con tus ojos inmensos.
La base de la moralidad es... dejar de simular que se cree aquello de lo que no hay pruebas y de repetir propuestas ininteligibles sobre cosas que superan las posibilidades del conocimiento
Lo más importante de mi vida lo aprendí entonces, porque no comencé tocando por una cuestión comercial, para aparentar tal vez, sino por el gusto de hacerlo
La personalidad pública es algo muy diferente a la personalidad íntima. Quizás hay ahí un abismo entre las dos. En público siempre está uno tratando de aparentar algo.
Por lo tanto, debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes
La prensa libre debe abogar siempre por el progreso y las reformas. Nunca tolerar la injusticia ni la corrupción. Luchar contra los demagogos de todos los signos. No pertenecer a ningún partido. Oponerse a los privilegios de clases y al pillaje público. Ofrecer su simpatía a los pobres y mantenerse siempre devota al bien público
Yo me asusto todo el tiempo. Intento que no tenga impacto en las decisiones de si hacer algo o no. Creo que puedes separarte a ti mismo de tus miedos. Sabes qué debes hacer, y da miedo hacerlo. Pero odiaría permitir que el hecho de que tenga miedo de hacer algo me haga no hacerlo. Acaba definiéndote.
No creo que tus decretos tengan tanta fuerza como para permitir al hombre ignorar las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre.(Antígona a Creonte).
Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de nuestras masas populares por todas las transformaciones del mejor sistema de instrucción; en cien años no haréis de él un obrero inglés que trabaja, consume, vive digna y confortablemente
Lo más admirable de las democracias es la facilidad con la que cualquier persona puede pasar de la crónica policial a la crónica social
Una foto es algo que nos toma de la mano y nos dice: ven a ver. El problema no es sólo qué es lo que nos lleva a ver, sino, sobre todo, la forma en que nos llevan. Si en la otra mano de la foto, van la verdad y el afán de justicia, entonces vale la pena el viaje. Si no es así, entonces más vale velar el rollo y la vida
Llegará el día en que el hombre no dejará de dormir y velar a la vez
En el fondo la tradición no es más que una de las formas que podía revestir la historia pero sin los escollos de ésta. Cumple a la historia narrar los sucesos secamente, sin recurrir a las galas de la fantasía. Menos estrechos y peligrosos son los limites de la tradición. A ella, sobre una pequeña base de verdad le es lícito edificar un castillo
La libertad en la vida social debe dar a todo hombre la posibilidad efectiva no sólo de cubrir las necesidades de su existencia, sino la posibilidad de manifestar sus energías creadoras y de realizar su vocación.
Si un Dios crea un mundo de partículas y de ondas, bailando en obediencia con las leyes matemáticas y físicas... ¿Quienes somos nosotros para decir que él no puede hacer uso esas leyes para cubrir la superficie de un planeta pequeño con criaturas vivas?