Odio... es una palabra demasiado fuerte que no debe usarse a la ligera. Sí, puede que mi padre no abrigase un sentimiento de excesivo cariño por Johannes, pero, si hubiesen tenido tiempo, estoy seguro de que Dios habría intervenido. Los hermanos no deben estar enfrentados.
No me importa que la gente mire sus relojes cuando estoy hablando pero es excesivo que además los sacudan para asegurarse de que andan.
Internet y la digitalización no son un simple salto tecnológico más, sino una descomunal mutación cultural, económica y política sin precedentes.
A nivel de estadística es tan, tan, no sé que adjetivo utilizar, tan... tan descomunal que hay gente que cuando baja el nivel 2 o 3 jornadas quieren criticarle. Raúl tiene 7 vidas y volverá a resurgir. Raúl es tan grande que sólo él decidirá cuando no quiere más. Aconsejo a los analistas que no le den por muerto, porque cuando Raúl quiera resurgirá y se van a tener que comer sus palabras
Los mismos vicios pueden engendrar orgullo desmedido o humildad excesiva
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúata sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable
El que impone un castigo desproporcionado no corrige, sólo se venga.
El temor exagerado a la pobreza hace llevar a muchos una vida de mendigos
Creo que se ha exagerado la importancia del ordenador en la educación. Yo preferiría que los chicos hicieran trabajos prácticos en laboratorios y que aprendieran manualidades: carpintería, electricidad, plomería. Se ha descuidado la experimentación. Lo que pasa es que el ordenador es mucho más barato, una especie de niñera electrónica.
Es hora ya de que las fuerzas de construcción venzan en la colosal batalla humana a las fuerzas de la destrucción. La guerra, que era antes el primero de los recursos, es ya hoy el último de ellos: mañana será un crimen.
Tanto repetirla, la historia se creyó. Demostrar la falsedad de una creencia colectiva es algo colosal
La industria de la música se ha convertido en algo monstruoso que tiende a parecerse al circo de Hollywood.
Hay un peligro monstruoso en ponerse a buscar espíritus errantes. Lo temo, lo temo.
El descortés es como un leproso del mundo distinguido
Jamás de los jamases sobre nuestro suelo sagrado ha de pisar insolente la planta invasora porque nuestro orgullo lo impide porque las naves del invasor para llegar a la presa de sus designios tendrán que navegar sobre la púrpura encendida de nuestra sangre joven.
La victoria es por naturaleza insolente y arrogante.
Vosotros os habéis atrevido a rechazar el relativismo moral, y a decir que hay héroes como Miguel Ángel Blanco, y canallas como el Che Guevara; y eso no está de moda decirlo.
Cómo reirían y llorarían si pudieran leer la verdad absoluta, algo que es absolutamente verdadero y que hasta ahora nadie se ha atrevido a escribir, excepto tú; y ese libro verdadero está encerrado dentro de ti.
Las vacas estaban sumidas en una existencia bestial que carecía dichosamente de profundidad espiritual: arrojar chorros de leche y mascar, cagar y mear, pacer y dormir, esa era toda su razón de ser.
Un hombre furioso y bestial se dejará llevar hasta el asesinato, porque se hallará saturado de vino o furioso, inspirado por la ira o el alcohol. Es malo. Ignora el placer de matar, la caridad de dar muerte como una caricia, de hacerla intervenir en juegos que son como los de las fieras distinguidas: los gatos, los tigres, abrazan a sus presas lamiéndolas al mismo tiempo que las magullan.
Una fase brutal te corta el paso y aún rezas y no sabes si el que empuja te arrolla sierpe o ángel se despliega.
En su opinión, todos los estudiantes ingresan en la Facultad de Derecho con cierto grado de idealismo y el deseo de servir al público, pero después de tres años de una competencia brutal sólo aspiran a un empleo en un buen bufete, donde puedan convertirse en socios en siete años y ganar un montón de dinero. Está en lo cierto.
Cual si la Tierra fuera un cráter, vomitó del fondo de sus entrañas un ingente chorro de fuego. El suelo se elevó y fueron muy contados los espectadores que pudieron entrever, por un instante, el gigantesco proyectil, hendiendo victorioso los aires, en medio de una aureola de flamígeros vapores.
Un miedo ingente invade a los nuestros.
Cual si la Tierra fuera un cráter, vomitó del fondo de sus entrañas un ingente chorro de fuego. El suelo se elevó y fueron muy contados los espectadores que pudieron entrever, por un instante, el gigantesco proyectil, hendiendo victorioso los aires, en medio de una aureola de flamígeros vapores.
Hubo acerca de este gigantesco arco iris una profunda bendición de la paz y la esperanza. Pero, como es natural inefable como en el efecto de la belleza natural de la mente, no puede coincidir con la paz de Dios en la curación de su efecto sobre la mente humana.
Voy a decirte un gran secreto, querido. No esperes el juicio final: tiene lugar cada día
Su desbordante y entusiasta imaginación se veía matizada por la gran sensibilidad de su espíritu. Su corazón rezumaba afecto, y su amistad era de esa naturaleza fiel y maravillosa que la gente de mundo se empeña en hacernos creer que sólo existe en el reino de lo imaginario.
Una exorbitante cantidad de dinero se va a ganar a costas de la escasez de energía, y, de hecho, del colapso de la sociedad misma.Nuestro sistema económico se fundamenta en ganar dinero cuando vamos para arriba, y ganar dinero cuando bajamos
Nuestro cuerpo es una maquinaria fenomenal cuyo rendimiento incluso supera al del ordenador más avanzado. Nuestra capacidad de actuar sobre nuestros pensamientos y sentimientos y de hacer que ocurran cosas no tiene igual en ninguna otra especie del mundo.
El campo fenomenal que llamamos Mundo, Ser, Realidad, Experiencia, es uno solo y por tanto indenominable: el de lo sentido le llamaremos todavía, ni externo ni interno, ni psíquico ni material. Nada que no ocurra para mí, en mi sensibilidad, no ocurre de ningún modo ni en campos psíquicos (otras almas supuestas), ni en el campo supuesto material.
Produce náuseas por su extremado naturalismo y la tendencia a inculcar todos los miedos posibles e imaginables; sin embargo, su idea fundamental no es clínica sino social, y esto es precisamente lo que no se puede aceptar
Se mezclaron un mundo terrible y uno hermoso. Es una historia de la que podemos estar horrorizados y orgullosos al mismo tiempo
Es espantoso dirigir a este gran pueblo pacífico a la guerra, a la más terrible y peligrosa de todas las guerras, en la cual la civilización misma parece estar en la balanza
El primer signo distintivo de ese arte es lo ilimitado, lo superlativo del mismo; un deseo de superación y un impulso hacia la inmensidad, que es adonde quiere llegar el demonio, porque allí está su elemento, el mundo de donde salió.
Lo contrario de la hipérbole es el trabajo: exactitud, reflexión, precisión. Es dificil hacer del idioma un instrumento exacto y dúctil; y es fácil salir del paso con un superlativo que no dice nada.
Ustedes podrán deducir que el mensaje es que la única manera de ser feliz es creyendo en un más allá. Y no se equivocarían. Creo firmemente que la vida es algo terrorífico e inestable para el resto de los mortales. La única manera de sobrevivir es engañándose a uno mismo, la gente está desesperada por encontrar algo en lo que creer.
Nuestro deseo, nuestra voluntad de saber, deben ser para ella un suplicio más. ¿Quién nos asegura que, si nos enteramos, el hecho de conocer su misterio no sea el comienzo de un drama más espantoso que los que ya se produjeron aquí?
Te complaces en el sublime egoísmo de tu amor, con la hipótesis de que pudiera nacernos un hijo. Lo deseas, confiésalo; lo anhelas como un lazo más que nos uniría, como un contrato fatal que ataría nuestros dos destinos. ¡Oh, preciso es que seas querida y demasiado tierna amiga para que yo no te guarde rencor por un deseo tan espantoso para mi felicidad!
Todo lo que ella hizo o deshizo, por disparatado que pareciese a un observador con prejuicios, fue hecho con lo que se deben hacer las cosas, es decir, con valor y sin temor a las consecuencias. Es esta forma, cada quien tiene el derecho de obrar cono le parezca. Pero echarse al agua a nadar y no querer al mismo tiempo mojarse la ropa, esto, Gerardo, es imposible.
Ser psicoanalista es, sencillamente, abrir los ojos ante la evidencia de que nada es más disparatado que la realidad humana.