Cuando Botvínnik jugó contra Tal, no hubo color en el primer match y eso fue absolutamente normal. Lo anormal fue su posterior derrota.
Me permito aclarar que no soy tan optimista como para creer que ya tengo un aliado, sólo porque usted sea un ser humano como yo quisiera que lo fuese. Me encuentro en una situación demasiado anormal para convencer a alguien de la veracidad de mi relato. Aunque usted sea un ser humano, dudo que reconozca una esencia humana en mí.
Internet y la digitalización no son un simple salto tecnológico más, sino una descomunal mutación cultural, económica y política sin precedentes.
A nivel de estadística es tan, tan, no sé que adjetivo utilizar, tan... tan descomunal que hay gente que cuando baja el nivel 2 o 3 jornadas quieren criticarle. Raúl tiene 7 vidas y volverá a resurgir. Raúl es tan grande que sólo él decidirá cuando no quiere más. Aconsejo a los analistas que no le den por muerto, porque cuando Raúl quiera resurgirá y se van a tener que comer sus palabras
Los mismos vicios pueden engendrar orgullo desmedido o humildad excesiva
La naturaleza trabaja con enorme derroche: sólo en el cerebro humano hay seiscientos mil millones de células. ¿Qué importa, pues, una sensación oculta, una emoción inconsciente? A veces me parece que no importa mucho. Y otras pienso que todo depende de eso.
Pues la paz mundial -que ha existido muchas veces- significa la renuncia privada de la enorme mayoría a la guerra; por lo cual esta mayoría, aunque no lo declare, está dispuesta a ser el botín de los otros, de los que no renuncian. Comienza con el deseo -mortífero para los estados- de una reconciliación universal y termina no moviendo nadie el dedo cuando la desgracia cae sobre el vecino.
El carácter de los retratos ha cambiado con el tiempo. La armonía clásica entre la cara y el corazón fue reemplazada poco a poco por la expresión discordante de la individualidad.
El universo es asimétrico y estoy convencido de que la vida es un resultado directo de la asimetría del universo, o de sus consecuencias indirectas.
El lógico desequilibrado se afana por aclararlo todo y todo lo vuelve confuso, misterioso. El místico, en cambio, consiente en que algo sea misterioso para que todo lo demás resulte explicable.