En la elección de esposa, como en un plan guerrero, equivocarse una sola vez significa la derrota irreparable.
Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande.
En el fondo, la ideología tiene un poder de persuasión indiscutible. El discurso ideológico amenaza anestesiar nuestra mente, confundir la curiosidad, distorsionar la percepción de los hechos, de las cosas, de los acontecimientos
Que cuando sintamos la tentación de la prudencia, recordemos que tú 'has escogido la debilidad del mundo para derrotar a los fuertes y a los estúpidos, para confundir a los sabios'. Porque la prudencia del mundo es enemiga de Dios.
Quien piensa con grandeza se ha de equivocar con grandeza
(Todo por embarrar el recuerdo de Marisa contra los muslos de otras).