Escribir sobre la melancolía solo tendría sentido para aquellos a quienes la melancolía satura o si el escrito viniera de la melancolía. Trato de hablarles de un agobio de tristeza, de un dolor intransmisible que nos absorbe a veces, y a menudo, perdurablemente, al punto de hacernos perder el gusto por toda palabra, por todo acto, el gusto mismo por la vida.
Los cuentos bonitos siempre hacen perder la noción del tiempo y, gracias a ellos, nos salvamos del agobio de lo práctico El Cuarto de Atrás.
Hay que seguir adelante, vencer el cansancio, el miedo y el deseo. La fatiga disfraza sus intenciones. La fatiga es sueño, curiosidad y desgano en los caminantes. Abre bien los ojos, hijo, y sigue al pájaro Pujuy. El no se equivoca. Su destino es como el nuestro: caminar para que otros no se pierdan.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada. y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
El objetivo de este siglo no es crear desesperanza alegando que en este mundo siempre vamos a poseer maldad y que nunca vamos a poder vivir tranquilos y trabajando con felicidad como siempre soñamos. El objetivo es crear una conciencia a nivel mundial y en nuestros hijos de enseñarles a desarrollarles y a explotar en su mayor grado la inteligencia siempre muy apegada al lado positivo.
En los momentos actuales, toda debilitación de los países democráticos, provocada por la negativa a cumplir el servicio militar, equivaldría a traicionar la causa de la civilización y la Humanidad.