La perla de la justicia brilla mejor en la concha de la misericordia
No se lo que pareceré a los ojos del mundo, pero a los míos es como si hubiese sido un muchacho que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa, mientras el inmenso océano de la verdad se extendía, inexplorado frente a mi.
Quiero besarte te beso. Quiero dejarte te enojas. Pero al límite de nuestras fuerzas te pones una armadura más peligrosa que un arma.
Si se formara el caos mas completo, este tipo se subiría a una colina bajo una tormenta de truenos, con una armadura de cobre empapada gritando <<¡Todos los dioses son unos bastardos!>>