Es ley que de puro enamorado se llegue a no sentir hambre, ni cansancio, a no tratar con el tiempo y sus desmanes, a ser dueño de la luz y de la noche.
Pretender que los hombres sean perfectos dentro de los elementos de la conducción sería pretender lo imposible. ¡Lo que nosotros tenemos que tratar es que sea perfecta, a pesar de los defectos de los hombres!