Les he tirado a la cara el estante de las botellas y el orinal y ahora los admiran por su belleza estética
Todo era muy propio de la morada de uno de los campesinos de la región, gente recia, tosca, con calzón corto y polainas. Esas salas y esos hombres sentados en ellas ante un jarro de cerveza espumeante abundan en el país...
Ojalá pudiésemos meter el espíritu de Navidad en jarro y abrir un jarro cada mes del año