Siempre tengo un cuaderno abierto, donde anoto lo que voy pensando, pero no lo hago a diario. No todos los días suceden cosas dignas de ser anotadas. Si fuerzas esa tarea y la haces con cotidianidad, te expones a escribir textos que no son importantes
El mundo es tu cuaderno de ejercicios, en cuyas páginas realizas tus sumas. No es la realidad, aunque puedes expresar la realidad en él si lo deseas. También eres libre de escribir tonterías o embustes, o de arrancar las páginas.