El espejo sirve solamente a la vanidad del hombre; la mujer lo necesita para cerciorarse de su personalidad.
Sólo a través de la práctica del pueblo, es decir, por la experiencia, se puede verificar si una política es correcta o errónea y determinar hasta qué grado lo es.
Sería necesario imponer esta regla: no repetir jamás una afirmación malévola sin verificar su contenido. Aunque es cierto que así nunca se hablaría de nada.
Estoy encantado de poder seguir el año que viene en Renault y tener la oportunidad de comprobar que mi duro trabajo de las dos últimas temporadas ha dado sus frutos
Cualquier camino, si se sigue hasta el fin, no conduce exactamente a ningún lugar. Escalad tan sólo un poco la montaña para comprobar si es una montaña. Desde la cima de la montaña, no podréis ver la montaña.
Viviendo como vivo entre humanos, he de decir que cuanto más los observo más obligado me siento a constatar su egoísmo.
No hay nada en el mundo que pueda compararse con un rostro humano. Es una tierra que uno no se cansa jamás de explorar, un paisaje (ya sea árido o apacible) de una belleza única. No hay experiencia mas noble, en un estudio, que la de constatar cómo la expresión de un rostro sensible, bajo la fuerza misteriosa de la inspiración, se anima desde el interior y se transforma en poesía.
La mujer no debe depender de la protección del hombre, sino ser enseñada para protegerse a sí misma.
Hay muchos excelentes medios de protegerse contra la tentación, pero el más seguro es la cobardía
Para lograr un enfoque espiritual en el arte, se necesita apoyarse lo menos posible la realidad, porque la realidad se opone a lo espiritual.
Los comunistas deben ser los más perspicaces, los más dispuestos a sacrificarse, los más firmes y los más capaces de apreciar las situaciones sin ideas preconcebidas; tienen que apoyarse en la mayoría de las masas y conquistar su apoyo.
Puede afirmarse sin temor a errar que la obra de la mujer en su hogar es la más creadora que cabe imaginar.
La lealtad tiene como consecuencias la seguridad de andar por un camino recto, sin inestabilidades ni perturbaciones; y la de afirmarse en esta certidumbre: que existen el buen sentido y la dicha.
Se ha convertido casi en un comentario cliché, que nadie hoy en día alardea de ser un ignorante en literatura, pero es aceptable socialmente alardear de ignorar la ciencia y afirmar orgulloso que se es un incompetente en matemáticas.
Tras ciento cincuenta años de halago a las masas sociales, sabe a blasfemia afirmar que si imaginamos ausente del mundo un puñado de personalidades escogidas, apestaría el planeta de necedad y egoísmo.
El hombre dotado de sentido moral vivirá tranquilo, ya que no conocerá la duda o, mejor dicho, la conocerá al tener la satisfacción de vencerla.
La inteligencia es la habilidad para tomar y mantener determinada dirección, adaptarse a nuevas situaciones y tener la habilidad para criticar los propios actos.