No desfallezcas en esta grande obra que inicias llena de fe y de entusiasmo, y si alguna vez necesitáis la ayuda de un hombre joven de largas barbas, pronunciad mi nombre, y correré presuroso a ocupar mi puesto con el ardor, la fe y la esperanza de los primeros años.
Si alguna vez necesitáis la ayuda de un hombre joven de largas barbas, pronunciad mi nombre, y correré presuroso a ocupar mi puesto con el ardor, la fe y la esperanza de los primeros años!
La inteligencia es el precipitado de la pasión.
Incluso si todos los sabios, durante varias edades, se hubieran consagrado a un estudio infructuoso sobre cualquier tema, de todas formas podría ser precipitado concluir decididamente que éste sobrepasa, por ello, toda comprensión humana
Paralelepípedo es como queda el atropellado cuando ha pasado sobre él la nube de corredores de una carrera ciclista
Una vez que una mujer te da la espalda, olvídala: te aman y de repente algo se da la vuelta. Te pueden ver muriéndote en una cuneta, atropellado por un coche y pasarán a tu lado escupiéndote.
El humanista relacionará unos estudios con otros, pues todos ellos tienen entre sí alguna coherencia y parentesco. Será afanoso de saber y jamás le pasará por la mente haber llegado a la cumbre y al cabo de la erudición.
Vivimos en un momento de la historia donde el cambio es tan acelerado que empecemos a ver el presente sólo cuando ya está desapareciendo.
En un Universo tal que fuese acelerado por una constante cosmológica en vez de frenado por la atracción gravitatoria, habría habido tiempo para que la luz viajase de una parte a otra del Universo.
La ágil caricia de tus sedas era como una primavera perfumada...
Y era como si a su obra le faltase el fervor de esa alegría ágil que, como ninguna otra cualidad, produce el encanto del público.
El amor es la actividad del ocioso y el ocio del hombre activo
Buscad la verdadera vida práctica material, pero buscadla sin haceros insensibles al espíritu que se halla activo en ella. Buscad lo espiritual, pero buscadlo no por goce suprasensible, no por refinado egoísmo, sino buscadlo porque desinteresadamente deberéis plasmarlo en la vida práctica en el mundo material
El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Más el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. (Proverbios 14:29: 9)
El viento tiritaba impaciente en los árboles oscuros, y en algún lugar de la lejanía, detrás del horizonte, murmuraba en voz baja, enfadado, el trueno.
Me abrí a ti sólo para que me desollaras viva. Cuanto más vulnerable me volvía, más rápido y más hábil era tu cuchillo. A pesar de saber lo que estaba sucediendo, permanecía quieta y dejaba que me desmembraras, tanto te amaba. Tanto.
La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que una bacteria.
Los tres caballeros buscaron por los alrededores leña seca y ramas desgajadas por la tempestad, y pronto una hermosa hoguera ardió en la caverna. Los mantos húmedos fueron extendidos para que se secaran, se entró a los caballos y a la mula y se los desensilló, y hasta Fújur, que normalmente prefería pasar la noche a la intemperie, se hizo un ovillo en la parte de atrás de la caverna.
Lo que a vosotros toca es que cada cual, dentro de su barco, guarde la ordenanza y sea muy obediente para hacer pronto lo que le fuere mandado, porque las más veces la ocasión de la victoria consiste en la presteza y diligencia en acometer cuando es tiempo.
Ante las gentes de espíritu ligero nos avergonzamos de mostrar afectos profundos
Tan ligero el corzo es, que no da menos enojos el seguillo con los ojos que alcanzallo con los pies; y así por mi cuenta hallo que, si consientes decillo, hizo más que tú en herillo, la saeta en alcanzallo. Mas quede el brazo contento, camila, pues que de hoy más, aunque imposible, podrás decir que has herido al viento.
El que pretende enriquecerse en un día, se verá apremiado durante un año.
¿La emoción? Pídela al número que mueve y gobierna al mundo. Templa el sagrado instrumento más allá del sentimiento. Deja al sordo, deja al mudo, al solícito y al rudo. Nada temas, al contrario, si en el rayo de una estrella logras calcinar la huella de tu sueño solitario
Como compañero Solicito a la mariposa partir de viaje.
El humanista relacionará unos estudios con otros, pues todos ellos tienen entre sí alguna coherencia y parentesco. Será afanoso de saber y jamás le pasará por la mente haber llegado a la cumbre y al cabo de la erudición.
En los de la alcoba: a cada uno una punzada en el coxis y vehemente deseo de mirarse el coxis, de lamerse el coxis. Una contorsión del cuello y el seguir vertiginoso de la cabeza a la curva del cuerpo, sobre manos y pies, en movimiento centrípeto, mientras los vestidos se esfumaban y una curiosa prolongación, arqueada y móvil, les nacía del coxis.
Nuestra pasión es rozar el borde vertiginoso de las cosas. Sigue siendo lo que ha sido siempre: el límite estricto entre lealtad y deslealtad, fidelidad e infidelidad, las contradicciones del alma.