El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Más el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. (Proverbios 14:29: 9)
El viento tiritaba impaciente en los árboles oscuros, y en algún lugar de la lejanía, detrás del horizonte, murmuraba en voz baja, enfadado, el trueno.
Más que nervioso, estoy ansioso y con ganas de demostrar para poder disponer de más minutos de juego. Me siento muy bien de cara a todo aquello que venga, porque de hecho es lo que espero, la oportunidad
Nadie está tan ansioso por obtener nuevas experiencias como los que no saben cómo hacer uso de las antiguas.
Cuando yo estaba mal y sufría, pensaba en ti y me animaba, Mariano, tú eres mi escudo. El espíritu de Valencia sigue vivo. El PSOE está nervioso y por eso nos ataca. Hemos hecho una renovación fantástica en Valencia y por eso estamos muy orgullosos
Quizás Dios perdone tus pecados, pero tu sistema nervioso no lo hará
Estoy comenzando a sentirme sumamente intranquilo al ver que se pide que los deportes sirvan para promover la política, el militarismo y el patriotismo extravagante
En los de la alcoba: a cada uno una punzada en el coxis y vehemente deseo de mirarse el coxis, de lamerse el coxis. Una contorsión del cuello y el seguir vertiginoso de la cabeza a la curva del cuerpo, sobre manos y pies, en movimiento centrípeto, mientras los vestidos se esfumaban y una curiosa prolongación, arqueada y móvil, les nacía del coxis.
Nuestra pasión es rozar el borde vertiginoso de las cosas. Sigue siendo lo que ha sido siempre: el límite estricto entre lealtad y deslealtad, fidelidad e infidelidad, las contradicciones del alma.
De todos modos, la religión, bien podría decirse, las religiones, se han apresurado en todo tiempo a dirigir los instintos y movimientos humanos, causados o no por las estaciones, y a enderazarlos por los caminos de la virtud.
En el Japón somos los herederos de una tradición cultural y de una filosofía agraria, que incluye la naturaleza y el cambio de estación. Quizá sea debido a esto que no somos un pueblo precipitado
Incluso si todos los sabios, durante varias edades, se hubieran consagrado a un estudio infructuoso sobre cualquier tema, de todas formas podría ser precipitado concluir decididamente que éste sobrepasa, por ello, toda comprensión humana
El tiempo vuela a veces como un pájaro, y a veces se arrastra como un caracol. Pero la mayor felicidad del hombre sobreviene cuando no se advierte si su paso es raudo o moroso.
Quiero ganar mi verso, este verso; y quiero que vaya quedo, raudo y sereno como un dardo certero al corazón del pueblo de todos los pueblos... Al corazón del Universo.
Si alguna vez necesitáis la ayuda de un hombre joven de largas barbas, pronunciad mi nombre, y correré presuroso a ocupar mi puesto con el ardor, la fe y la esperanza de los primeros años!
No desfallezcas en esta grande obra que inicias llena de fe y de entusiasmo, y si alguna vez necesitáis la ayuda de un hombre joven de largas barbas, pronunciad mi nombre, y correré presuroso a ocupar mi puesto con el ardor, la fe y la esperanza de los primeros años.