Una fórmula, una expresión geométrica que incluía cuatro dimensiones. Los locos, los hombres vulgares, incluso algunos matemáticos vulgares, no saben nada de lo que algunas expresiones generales pueden llegar a significar para un estudiante de física molecular. En los libros, ésos que el vagabundo ha escondido, hay escritas maravillas, milagros.
Es indudable que el ser libre puede significar libertad para morir de hambre... El vagabundo que carece de dinero y que vive precariamente gracias a una constante improvisación es ciertamente más libre que el soldado que cumple el servicio militar forzoso, dotado de seguridad y relativamente bienestar.
Caín sigue siendo la izquierda y Abel la derecha. Son los agricultores contra los pastores. Abel es el agricultor que cuida muchos sus frutos y la Biblia dice que para ofrecérselos al Señor; y Caín es el trashumante que cruza el mundo. Claro, siempre hay más revolución, más inquietud, más novedad, más progreso, en el hombre errante y aventurero que en el primer burgués que es Abel.
La ruborosa cara del cielo despierta el oasis para el nómada amor.
El caminante que sube a una montaña se vuelve dueño de sí mismo y responsable de su propia vida: no está sometido a los caprichos de los elementos como el navegante aventurero sobre los mares; menos aún como el viajero transportado en ferrocarril, simple carga humana facturada, etiquetada, controlada y expedida a hora fija bajo la vigilancia de un empleado uniformado.
Un buen caminante no deja huellas